domingo, septiembre 10, 2006

9-11 Se tambalea la historieta oficial

La Orwellcracia entró a su fase de consolidación con la llegada de Baby Bush al poder, cuando los multimedia controlados por la banca israelí-anglosajona cesaron de informar para consagrarse a publicitar la agenda bélica del complejo militar-industrial, en la que destaca el manejo poco riguroso de los atentados del 11 de septiembre que transformaron dramáticamente la vida en el planeta.
La mendacidad multimediática de la tripleta israelí-anglosajona ha alcanzado grados inconcebibles y asombra que sus ciudadanos comiencen a despertar de su letargo. Durante la guerra de 34 días contra Hezbollah, los israelíes creyeron más los asertos del líder chiíta Hassan Nasralá que a sus voceros gubernamentales, según el Instituto Ben Gurion de la Universidad Beer Sheva (Yedioth Ahronoth, 7/9/06). El "síndrome Rubén Aguilar", el mendaz cuan pueril portavoz foxiano, cunde en las capitales del neoliberalismo volcado a desinformar.
Las doctrinas del unilateralismo y sus guerras permanentes en el contexto del choque de las civilizaciones (Fukuyama, Wolfowitz y Huntington), surgidas como producto de la disolución de la URSS, promueven el engaño (v.g las "nobles mentiras") como arma política para que las elites puedan gobernar, según las enseñanzas hobbesianas del filósofo antidemócrata israelí-alemán Leo Strauss, con el fin de contrarrestar las "verdades letales" al estilo de Nietzche.
Poco se conoce en los multimedia orwellianos que controla la banca israelí-anglosajona, el charlatanismo anticientífico del racista Samuel Phillips Huntington quien, desde la dirección del Centro de Estudios Internacionales de Harvard, además de tener vínculos en los más altos niveles de la seguridad nacional, se atrevió a desear formar parte de la prestigiosa Academia Nacional de Ciencias, que rechazó dos veces su forzada nominación en 1986 debido a la tenaz oposición de Serge Lang, profesor emérito de matemáticas de la Universidad de Yale, quien lo exhibió como un notorio anticientífico, sobre lo que abundó en su libro Desafíos.
Lang se basó en las evidencias de Neal Koblitz, otro gran matemático de la Universidad de Washington y creador de la "curva híper-elíptica en criptografía", quien acusó a Huntington de mal utilizar las matemáticas para enfrascarse en los artilugios de una seudo-ciencia que distorsiona los hallazgos históricos mediante seudoecuaciones con el fin de que sus conclusiones parezcan más convincentemente edulcoradas. Es el caso similar en México del orwelliano antidemócrata Enrique Krauze Kleinbort, quien sin usar matemáticas abusa de su soliloquio plutócrata, afín al unilateralismo de la banca israelí-anglosajona, para violentar la historia contemporánea gracias al apoyo multimediático que le procuran el Grupo Monterrey, Roberto Hernández Ramírez y Carlos Salinas de Gortari, que han llevado la desinformación a niveles del totalitarismo soviético.
Está bien que los servicios secretos de Alemania (el reporte BND), Francia y Rusia, no hayan avalado la versión bushiana del 11/9. Es entendible que el mayor general Yahya Rahim Safavi, supremo comandante del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos de Irán, fustigue que la "administración Bush y los servicios secretos israelíes del Mossad perpetraron los atentados criminales del 11/9 con el fin de aplicar su estrategia bélica de guerra preventiva y unipolarización para dominar Medio Oriente(...) la estrategia de los neoconservadores era dominar los abundantes recursos energéticos del golfo Pérsico para controlar Europa, China e India, y así llevar al mundo al estado unipolar" (Iran, Focus, 6/9/06).
Pero llama poderosamente la atención que 36 por ciento de los estadunidenses no crea la versión oficial, como resalta Paul Craig Roberts, anterior secretario asistente del Tesoro en el gobierno de Reagan: "Cinco años después y todavía no sabemos" (ICH, 7/9/06).
La contracorriente es tan poderosa que los multimedia del establishment no han tenido más remedio que difundir a cuentagotas el punto de vista contrario del "Movimiento de la verdad del 11/9" que ha cobrado notoriedad global. ¿El maravilloso Internet destruirá las mendacidades bushianas?
Las teorías conspiratorias forman parte de la sicología colectiva de Estados Unidos, tan proclive a la paranoia. Las conspiraciones no existen hasta que se demuestran, lo cual no es una tarea sencilla para los honestos ciudadanos carentes de las herramientas para verificar sus inquietudes. Las teorías conspiratorias, desde las más alocadas hasta las más razonables, son abonadas cuando las versiones oficiales se tambalean por insustentables.
Como que suena fantásticamente increíble que "19 terroristas árabes" (Nota: cinco de ellos están vivos, pero a nadie le conviene difundirlo) dirigidos por un barbudo fundamentalista islámico desde las cuevas de Afganistán -además, ex agente de la CIA y anterior socio petrolero del nepotismo dinástico de los Bush-, haya horadado la tecnología de ensueño de la otrora superpotencia unipolar que exhibió tantas fallas grotescas en materia de seguridad.
Paul Craig enuncia que "existen tantos agujeros en la versión oficial que la hacen poco creíble, así como poca evidencia para sostenerla", y se pregunta: "¿Cocinó el gobierno una historieta?" Aduce que la "ínfima energía de una aeronave, un poco de combustible de jet y la gravedad no pudieron haber colapsado los tres edificios", y enjuicia el reporte de la comisión del 11/9 (seguramente entrenada por la PGR y el IFE de México).
El israelí-estadunidense Larry Abraham Silverstein, a cargo de la renta de las tres torres (las gemelas y el tercer edificio WTC-7) que cobró el doble del monto asegurado, confesó que la tercera torre WTC-7, destruida por la tarde, fue demolida porque no podían detener el fuego que, curiosamente, nunca había alcanzado sus estructuras. ¿Se trató de una "demolición controlada"?¿O Silverstein quiso cobrar más por sus seguros?
De la lista aportada por la inmaculada FBI sobre la identidad de "19 terroristas árabes" implicados, destaca el supuesto piloto saudita Waleed Al Shehri, quien supuestamente murió en el atentado, y quien vivía, como otros cuatro enlistados, 12 días más tarde en Casablanca, Marruecos (BBC, 23/11/01). Cinco años más tarde, el piloto "asesinado" por la FBI persiste en proclamar desde Marruecos tanto su existencia como su inocencia. ¿Quienes fueron, entonces, los pilotos y/o conductores automáticos de los aviones estrellados?
Sobre el tercer avión, estrellado en el Pentágono en circunstancias todavía más mágicas, no vale la pena perder el tiempo.
Steven Jones, profesor de física de Brigham Young University, fue obligado a abandonar su trabajo por haber sugerido que se trató de un autoatentado (ksl.com, 8/9/06), al estilo del oaxaqueño José Murat.
Insignes científicos, ingenieros y profesores de Estados Unidos han desmontado y desmentido la versión oficial que violenta todas las leyes de la física y que a final de cuentas desemboca en la teoría conspiratoria de Baby Bush sobre la amenaza islámica global para llevar agua a su bélico molino petrolero. ¿Sabremos algún día que pasó realmente el 11/9?

MAS INFORMACIÓN:
http://sinclaudicar.blogspot.com

jueves, septiembre 07, 2006

El fallo del IFE alimenta el fraude, según The New York Times

El Universal
Jueves 07 de septiembre de 2006 Aunque Felipe Calderón fue nombrado presidente electo, una parte significativa de la población de México cree que hubo fraude en las elecciones y muchos votantes piensan que Andrés Manuel López Obrador perdió no por sus propios errores, sino porque todo el aparato del Estado estuvo en su contra, señala un reportaje de The New York Times.

Firmado por James C. McKinley Jr., el reportaje señala que parte de la razón es la historia electoral del país, pero establece que no hay duda de que el presidente Fox usó su posición y sus giras oficiales para hacer una vigorosa campaña en contra de López Obrador, y menciona que la decisión de los magistrados de no considerar los errores artiméticos en las actas como evidencia de fraude ha alimentado las sospechas de que no se puede confiar en el Tribunal Electoral.

El diario explica que en México se tiene un concepto de fraude más amplio que en Estados Unidos, que va más allá de rellenar las urnas, y que, bajo esa luz, las denuncias de fraude son más plausibles. Menciona las acusaciones de simpatizantes de AMLO sobre la "intervención" de Fox, la "elección de Estado" e "imposición" del candidato conservador.

El periódico señala que este uso del cargo público podría parecer inofensivo en Estados Unidos, pero en México es contrario a la ley, una ley enraizada en la historia del país, gobernado durante siete décadas por un solo partido, explica.

También señala que una campaña empresarial contra un candidato sería común en EU, pero en México es ilegal y es "plausiblemente considerada como parte de un fraude".

domingo, septiembre 03, 2006

Los países más corruptos del mundo: EU, Gran Bretaña y Suiza, según Tax Justice Network

Joseph Christensen emite los mismos argumentos demoledores de AMLO sobre la plutocracia insolente de México, y nadie se atreverá a calumniarlo en forma sicótica en la prestigiada BBC de ser "un peligro" para su país que, por el contrario, le será eternamente agradecido por sus honestos y resplandecientes señalamientos

La opinión pública británica ha sido seriamente sacudida en sus fundamentos mentales. A la propaganda rocambolesca sobre el montaje hollywoodense de sospechosos atentados celestiales del "Jihad terrorista", siguió el anuncio por una televisora británica del lanzamiento de un documental sobre el asesinato (ficticio, desde luego) de Bush (The Washington Post, 2-09-06).

Pero nada se asemeja a la conmoción que han producido en la cúpula de la plutocracia global los hallazgos de la excelsa entidad europea Tax Justice Network (TJN), durante la conferencia anual de la venerable Royal Geographical Society (01-09-06), que ha puesto en la picota al íntimo mecanismo criminal de la globalización financiera, el cual exploramos con antelación en nuestro libro agotado El lado oscuro de la globalización (Ed. Cadmo & Europa, 2000).

EU, Gran Bretaña y Suiza encabezan la lista de los "países más corruptos del mundo" debido al "refugio que ofrecen al dinero sucio" en paraísos fiscales, como Channel Isles y Isle of Man, según las investigaciones de TJN, que dirige Joseph Christensen, quien fustigó la laxa clasificación que compila cada año "Transparencia (sic) Internacional", donde siempre los países africanos vienen convenientemente en los primeros lugares.

Charles Clover, de The Daily Telegraph (2-09-06), condimenta los hallazgos de TJN: "el dinero sucio ennegrece la reputación de Gran Bretaña", como si fuera algo nuevo. Con justa razón Joseph Christensen indicó que el índice de corrupción de Transparencia (sic) Internacional "usa una definición demasiado estrecha" que se enfoca con exclusividad a los "sobornos" y omite lo esencial: si la "definición fuese ampliada e incluyera otras formas de transferencias criminales de dinero y transacciones ilícitas", entonces "Estados Unidos (EU), Gran Bretaña y Suiza, así como los otros países con paraísos fiscales, encabezarían la lista". La "cantidad de corrupción en los países en vías de desarrollo es de 20 mil millones de dólares al año, mientras la inclusión de las corruptas transacciones transfronterizas elevan su monto a 539 mil millones" (¡27 veces más!).

No lo dice Christensen, pero en Bajo la Lupa ya habíamos advertido que Transparencia (sic) Internacional, financiada por la gasera mafiosa texana Enron, fue diseñada para operar baños de sauna moral y opacar la corrupción global. Su filial mexicana, a cargo de Federico Reyes-Heroles González-Garza -hermano de Jesús, el gurú tanto de la pestilente GEA, que realiza encuestas de sastre para Calderón, el cuñado de Hildebrando Zavala Gómez del Campo, como del fétido IFE con todo y Woldenberg Karakowski, quien presuntamente entregó a Choice Point y a la FBI la base de datos del padrón electoral de los ciudadanos mexicanos para operar el fraude cibernético a conveniencia de la dinastía Bush, según estrujantes datos del investigador Greg Palast, del The Guardian- es todo un poema bucólico que pretende pasteurizar, por una rúbrica de un mínimo de 2 millones de pesos, las más inmundas transacciones de las burocracias federal y estatal, priísta y panista por igual, que dañan el patrimonio de la sociedad.

Luego de demostrar en forma persuasiva la malignidad de los paraísos fiscales, Christensen se centra en Gran Bretaña, que "merece estar incluida en los altos rangos de cualquier lista de países corruptos debido a la infraestructura delincuencial de sus consejeros (sic) financieros (nota: sin duda, los óptimos del planeta), quienes escurren el dinero a los paraísos fiscales".

Acusa a Gordon Brown, encargado de las finanzas británicas, de "no cumplir su promesa de perseguir a los evasores de impuestos de las grandes corporaciones que operan a gran escala, debido a su resistencia de alterar la percepción de Gran Bretaña como una nación de bajos impuestos" y quien "en lugar de perseguir a los corruptos superricos (sic), ha colocado el peso de los impuestos en los ingresos medianos y bajos".

Según datos de Prem Sikka, profesor de Contabilidad de la Universidad de Essex, la evasión fiscal "organizada" (¡super-sic!) de las trasnacionales británicas asciende a más de 250 mil millones de dólares por año. ¿Cuánto dejará de percibir Gil Díaz, puesto en la mira por el homicidio teledirigido en el ápex de la fétida ISOSA, para favorecer tanto al parasitario Grupo Monterrey como a su anterior patrón en Banamex-Avantel, Roberto Hernández Ramírez, anterior vendedor de naranjas tuxpeño quien ahora se dedica a cosas raras en isla Pájaros?

Joseph Christensen emite los mismos argumentos demoledores de AMLO sobre la plutocracia insolente de México, y nadie se atreverá a calumniarlo en forma sicótica en la prestigiada BBC de ser "un peligro" para su país que, por el contrario, le será eternamente agradecido por sus honestos y resplandecientes señalamientos: las "consecuencias son mayores que mantener en hambruna de ingresos impositivos a la Tesorería", ya que el "dinero proveniente de la corrupción, o de los capitales fugazmente golondrinos, ayuda a inflar los precios de las propiedades y no conducen a una actividad genuinamente productiva". Ni más ni menos que la "economía parasitaria" que ha impuesto la desregulada globalización financiera operada por la cleptoplutocracia de la banca israelí-anglosajona.

Christensen se fue a la yugular de la mafia rusa, vinculada conspicuamente a sus similares de la banca israelí-anglosajona: "no se puede transferir la cantidad de dinero de Rusia sin usar las redes de la banca occidental (sic) que están implicadas profundamente en el proceso". Finalmente (re)clamó la abolición de los paraísos fiscales, una añeja demanda de Bajo la Lupa, en lugar de las "aspirinitas" del "impuesto Tobin" diseñado para mitigar la corrupción, pero no para erradicarla.

Lo vertido sobre "EU, Gran Bretaña y Suiza" se pudiera extrapolar a México y a todos los países donde impera el modelo consustancialmente mafioso del neoliberalismo, cuya alma mater la constituye la evasión sin la más mínima transparencia (sic) en los paraísos fiscales, donde se traslapa el dinero inmundo de la ominosa criminalidad de las trasnacionales globales, los sanguinarios cárteles de estupefacientes, la cleptocracia gubernamental, los traficantes de todo género (desde las armas hasta la narcopederastia tan de moda en el eje Puebla-Cancún) y, más que nada, el "terrorismo islámico" (v. gr. Al-Qaeda), cuyo hilo conjunto de Ariadna lleva a las entrañas del minotauro financiero anglosajón.

Los paraísos fiscales representan los posmodernos establos de Augias de las transacciones catabólicas y diabólicas de la desregulada globalización financiera dominada por el G-7 (extensivo al G-10).

En una definición más amplia y menos sesgada con dedicatoria racista, ningún país puede rebasar, por simple lógica cartesiana y cómputo aritmético, las monumentales transacciones mafiosas en los paraísos fiscales que controla la banca israelí-anglosajona, la cual domina a su vez las estructuras gubernamentales de EU y Gran Bretaña, con justa razón indiciados por TJN como los "más corruptos del planeta".