Lo más justo que puede decirse sobre las recientes elecciones presidenciales es que fueron desproporcionadamente injustas. Con nuestros impuestos se gastaron miles de millones de pesos para asistir al final a una simulación democrática, o si se quiere, a una elección de Estado. Nunca se había visto desde la Independencia una unión cómplice de tal magnitud de grupos de poder y de influencia para imponer a un candidato: empresarios, banqueros, Iglesia, televisoras, radio y presidente de la República ayudando al PAN y su candidato, avalada al último, toda la inmoral campaña, por el IFE. El aparato político, económico y religioso se unió en pleno para acabar con las pretensiones de un candidato y de un partido. El pensamiento de los conservadores de hoy, hasta con sus intelectuales orgánicos, se parece al del partido conservador decimonónico en las décadas de los veinte, treinta, cuarenta, cincuenta y sesenta, es decir, hasta el fusilamiento de Maximiliano en 1867, cuando al fin se inicia con Juárez la vigencia de un país laico. En el siglo XIX, el partido conservador era el de la Iglesia católica, de los empresarios (llamados entonces magnates) y de los banqueros (llamados prestamistas, y popularmente, agiotistas o usureros). A sí mismos se nombraban, y lo creían y lo escribían, "la gente de bien" o la "gente decente". Los léperos o la chusma de entonces, son hoy, para ellos, los nacos y los muertos de hambre. Entonces los conservadores eran proespañoles y monárquicos (sólo lograron su objetivo de un monarca europeo hasta la llegada de Maximiliano); ahora, para adaptarse a los tiempos, son proestadunidenses y fingidamente demócratas. En el siglo XIX la Iglesia, desde la cúpula, se oponía abiertamente a la llegada al poder de los liberales; ahora lo hicieron los curas recomendando a los feligreses que se apoyara al partido donde destaca de manera sobresaliente la ultraderecha yunquista.
Nunca unas elecciones estuvieron tan contaminadas desde su raíz, es decir, desde la conformación del IFE, como ahora, cuando el presidente del organismo, Luis Carlos Ugalde, y los consejeros fueron designados por el PRI y el PAN. Nadie ignora que Ugalde salió de las sombras de los sótanos políticos de la profesora Elba Esther Gordillo, ex estrella del PRI, nuevo astro del partido que domina la ultraderecha yunquista y propietaria de un nuevo minipartido. Ugalde nos hace recordar el aforismo de Séneca: "El que pierde el crédito una vez, nada le queda por perder".
Expertos y gente de las ONG que vieron los trabajos del IFE han descalificado en general a los consejeros -salvo la sabida y notable excepción- como poco preparados, y más, ineptos. En manos de ellos y de Ugalde estuvo la calificación de la elección. Con su falta de habilidad y de experiencia lograron que dominara la impresión de que las elecciones tuvieran una legalidad falsificada. Si existía credibilidad en el IFE hicieron que la perdiera. El único acto digno que les queda es que, después de la decisión del TRIFE, renuncien en bien del país.
Por más que trato de buscar en la historia de México, no encuentro, después de la Independencia, un presidente con menos luces intelectuales que Vicente Fox. Vivió siempre en un mundo irreal al que sus críticos llamaban y llaman Foxilandia. Entre El Dorado y el país de Jauja, entre Disneylandia y los juegos mecánicos de Chapultepec. Padecía –padece– una verborragia, al parecer incurable, y se ha pasado casi seis años diciendo un disparate un día y otro también. Para él, México es maravilloso, no hay país mejor que México, y los mexicanos somos el mejor pueblo del mundo. En ese México ficticio que se creó, nunca se dio cuenta, inventándose sus propias estadísticas, de que en México había sesenta millones de pobres, que el crimen organizado se había apoderado de casi todo el territorio del país, que la delincuencia rebasaba todo el tiempo a la policía, que nunca solucionó el problema chiapaneco, que los focos de conflicto y de posibles guerrillas aumentaron en decenas, que sobreincendió el conflicto minero, que se manchó las manos de sangre en Lázaro Cárdenas y en Atenco, que en política exterior no pasó de ser el sosias de Bush (pese a que no logró que se avanzara un ápice en la reforma migratoria), en fin, que las cifras no engañaban ni engañan a nadie: prometió un crecimiento del PIB del 7% anual y sólo llegó en su conjunto oficialmente al 2.2 %. Aun el escaso crecimiento no tuvo que ver con el desarrollo industrial y del campo sino con dos cuestiones del todo aleatorias que proporcionaron a nuestro país en los dos últimos años más de 35 mil millones de dólares anuales: la subida desmedida de los precios del petróleo y las remesas de los mexicanos en EU. Lo peor: tuvimos que soportar en nuestra vida política a su esposa, una mujer exhibicionista y sin ninguna preparación, que hizo un daño inmenso al país con sus intromisiones, y que en sus sueños guajiros creía, aun estimulada por él, que podía llegar a la presidencia de la República. En muchos momentos los mexicanos teníamos la impresión de que ella era el presidente y no él. Se decía que era un hombre sin inteligencia pero bien intencionado. Su odio por el candidato perredista y su fobia enfermiza por la izquierda demuestran lo contrario. Primero luchó a brazo partido para que fuera desaforado, luego, durante la campaña, no se cansó de repetir que el candidato perredista era un populista y un demagogo. Más allá de eso, su poder verbal apenas daba para metáforas equinas. Cuando acusó de renegados a quienes no aceptaban lo que él creía que debía ser la elección, ni siquiera se daba cuenta que atacaba a millones de esos mexicanos a quienes él decía en sus discursos que eran maravillosos. Nunca tuvo conciencia del peso ni de la precisión de las palabras. Lo digo sin ninguna ironía: antes de que alguien en México asuma la presidencia debería hacérsele un examen para ver a cuánto asciende su IQ.
No menos ignominiosa fue la campaña de espots del Consejo Coordinador Empresarial, ante el silencio cómplice del IFE y el gustoso y jugoso patrocinio de Televisa. Gracias a su poder, creyeron lícitas la calumnia y la mentira. Después de enlodar hasta donde pudieron al candidato de la izquierda, ahora, como era previsible, dicen que se deben respetar los resultados y debe haber calma en el país.
El IFE, Fox, los barones de la radio y la televisión y los empresarios le jalaron la cola al león y hoy le piden al león que baje la cabeza, se esté quieto y les agradezca la inmundicia que le arrojaron y los latigazos que le dieron. Alentaron el odio de clase y hoy se asustan de que los odiados reaccionen con odio. El país se halla tan furiosamente dividido, que la mejor salida que puedo distinguir es la nulidad de las elecciones y el ascenso de un presidente interino con autoridad moral y con el menor número de compromisos que llegue a convocar a elecciones. México es un país donde los políticos y los señores del dinero hablan de que vivimos en un estado de derecho pero son los primeros en impedir que la justicia se haga.
domingo, julio 30, 2006
sábado, julio 29, 2006
ELBA ESTHER, PARTE ESCENCIAL EN EL FRAUDE
La coalición Por el Bien de Todos responsabilizó a Elba Esther Gordillo de haber instrumentado, conjuntamente con su Partido Nueva Alianza (Panal) y el PAN, el fraude electoral por el que se pretende imponer a Felipe Calderón en la Presidencia de la República.
El presidente del PRD, Leonel Cota, y el senador Jesús Ortega, coordinador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, informaron que reúnen ya evidencias para presentar una demanda contra Gordillo por delitos electorales.
En conferencia de prensa dieron a conocer que, con base en las cifras del Instituto Federal Electoral (IFE) en más de 4 mil casillas distribuidas en el país, en las que sólo hubo representantes del PAN o del Panal o de ambos partidos, la votación de Calderón se elevó de manera considerable, hasta 80.77 por ciento, lo que estadísticamente no es posible, toda vez que tanto el panista como López Obrador lograron arriba de 35 por ciento del total de votos.
En esas casillas, donde la irregularidad es evidente y se presentará como prueba superveniente al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Calderón obtuvo 320 mil votos, que es poco más de la cifra con la que, según el recuento del IFE, aventajó a López Obrador en la contienda presidencial.
Cota Montaño precisó, por otra parte, que la próxima semana, se reunirán con los dirigentes de PRI, Verde Ecologista y Alternativa para tratar de coincidir en una demanda conjunta al TEPJF de que se cuente voto por voto.
El tema central radicó, sin embargo, en las nuevas irregularidades.
Ortega precisó que un análisis de aquellas casillas donde ni la coalición Por el Bien de Todos, ni la Alianza por México (PRI y PVEM) o el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina contaron con representantes, la votación fluyó de manera copiosa a Calderón y disminuyó para el tabasqueño, en porcentajes idénticos, pese a que se trata de casillas instaladas en diversos estados de la República, de manera particular en aquellos donde el PAN gobierna.
Explicó que detectaron 485 casillas en todo el territorio, donde la constante fue que sólo el Panal contó con representantes y ahí Calderón ganó siempre con 63.91 de los votos, mientras López Obrador sólo obtuvo 29.69 por ciento de los sufragios.
En otras 2 mil 366 casillas, también a escala nacional, en que únicamente estuvieron representantes del PAN, su candidato se llevó 71.47 del total de la votación contra 21.47 del abanderado de la coalición.
La diferencia en favor de Calderón fue aún mucho mayor, "escandalosa" en mil 191 casillas, donde hubo representantes del PAN y el Panal. En todas ellas se le acreditó 80.77 por ciento de los votos, mientras que a López Obrador 13.02 por ciento.
Tales resultados, precisó Ortega, no se sostienen ni estadística ni matemáticamente, toda vez que se trata de casillas instaladas en todo el país y son prueba de cómo la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, operó el fraude contra López Obrador, apoyada en el "aparato corporativo que maneja", en el presidente Fox y el PAN.
-¿Operó la profesora en todo el país?
-Creemos que lo hizo en algunas casillas localizadas perfectamente, en estados donde tenían la protección de gobernadores del PAN o del PRI, como se revela en la conversación que el domingo 2 de julio sostuvo Gordillo con el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores.
Es un hecho, dijo, que a través del Panal Gordillo impulsó el fraude para favorecer a Calderón y "por ello hace unos días ya se presentó para pasar la factura al panista, al que llamó presidente electo".
Cota, a su vez, resaltó que el PRD hizo lo posible por cubrir la totalidad de las casillas, pero hubo casos, como el de Sonora, donde no se presentaron 70 por ciento de los representantes el día de la elección. "Ellos tuvieron de su lado todo el peso del dinero y del sistema, la complicidad del presidente del IFE con Gordillo, por lo que violentaron la voluntad popular en algunos casos".
Mapaches azules en el distrito de Calderón
Por otra parte, el candidato a diputado local por el distrito 20 del Distrito Federal Adrián Ruvalcaba presentó un grueso expediente sobre las muchas y graves irregularidades que se dieron en esa demarcación, las pocas de la capital donde ganó el PAN la elección presidencial y las de diputados.
Se trata del distrito donde vive Felipe Calderón Hinojosa y ahí, "después de revisar detalladamente el 100 por ciento de las actas de escrutinio -de las que tiene copia certificada, pese a la resistencia del IFE a entregarlas-, encontró que en 40 por ciento de las mismas hubo más votos que votantes.
Mencionó algunos ejemplos. La casilla básica 3440, de la delegación Alvaro Obregón, donde la propia acta detalla un total de electores, pero en la urna correspondiente a la elección de diputados a la Asamblea Legislativa encontraron más boletas.
Es decir, hubo más votos que votantes, y aunque se trata de una elección local, lo importante es que se dio en el distrito de Calderón, donde operó un nuevo espécimen, el de "los mapaches azules", precisó, e hizo notar que todas esas trampas muestran que es necesario abrir los paquetes y contar voto por voto.
Durante la conferencia, denunciaron que han comenzado las represalias contra quienes apoyan de manera abierta a López Obrador. Es el caso del dirigente campesino Max Ortega, quien denunció el uso de los programas sociales en favor de Calderón y ahora se le inventó ya una causa penal y tiene orden de aprehensión.
Otro caso es el del dirigente del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social, Roberto Vega Galina, a quien se intenta destituir del cargo.
Cota consideró también grave la descalificación y amenazas de la esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, al diputado de Convergencia Jesús González Schmal. Seguramente, "espera la impunidad para ella y sus hijos".
El presidente del PRD, Leonel Cota, y el senador Jesús Ortega, coordinador de la campaña de Andrés Manuel López Obrador, informaron que reúnen ya evidencias para presentar una demanda contra Gordillo por delitos electorales.
En conferencia de prensa dieron a conocer que, con base en las cifras del Instituto Federal Electoral (IFE) en más de 4 mil casillas distribuidas en el país, en las que sólo hubo representantes del PAN o del Panal o de ambos partidos, la votación de Calderón se elevó de manera considerable, hasta 80.77 por ciento, lo que estadísticamente no es posible, toda vez que tanto el panista como López Obrador lograron arriba de 35 por ciento del total de votos.
En esas casillas, donde la irregularidad es evidente y se presentará como prueba superveniente al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Calderón obtuvo 320 mil votos, que es poco más de la cifra con la que, según el recuento del IFE, aventajó a López Obrador en la contienda presidencial.
Cota Montaño precisó, por otra parte, que la próxima semana, se reunirán con los dirigentes de PRI, Verde Ecologista y Alternativa para tratar de coincidir en una demanda conjunta al TEPJF de que se cuente voto por voto.
El tema central radicó, sin embargo, en las nuevas irregularidades.
Ortega precisó que un análisis de aquellas casillas donde ni la coalición Por el Bien de Todos, ni la Alianza por México (PRI y PVEM) o el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina contaron con representantes, la votación fluyó de manera copiosa a Calderón y disminuyó para el tabasqueño, en porcentajes idénticos, pese a que se trata de casillas instaladas en diversos estados de la República, de manera particular en aquellos donde el PAN gobierna.
Explicó que detectaron 485 casillas en todo el territorio, donde la constante fue que sólo el Panal contó con representantes y ahí Calderón ganó siempre con 63.91 de los votos, mientras López Obrador sólo obtuvo 29.69 por ciento de los sufragios.
En otras 2 mil 366 casillas, también a escala nacional, en que únicamente estuvieron representantes del PAN, su candidato se llevó 71.47 del total de la votación contra 21.47 del abanderado de la coalición.
La diferencia en favor de Calderón fue aún mucho mayor, "escandalosa" en mil 191 casillas, donde hubo representantes del PAN y el Panal. En todas ellas se le acreditó 80.77 por ciento de los votos, mientras que a López Obrador 13.02 por ciento.
Tales resultados, precisó Ortega, no se sostienen ni estadística ni matemáticamente, toda vez que se trata de casillas instaladas en todo el país y son prueba de cómo la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo, operó el fraude contra López Obrador, apoyada en el "aparato corporativo que maneja", en el presidente Fox y el PAN.
-¿Operó la profesora en todo el país?
-Creemos que lo hizo en algunas casillas localizadas perfectamente, en estados donde tenían la protección de gobernadores del PAN o del PRI, como se revela en la conversación que el domingo 2 de julio sostuvo Gordillo con el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores.
Es un hecho, dijo, que a través del Panal Gordillo impulsó el fraude para favorecer a Calderón y "por ello hace unos días ya se presentó para pasar la factura al panista, al que llamó presidente electo".
Cota, a su vez, resaltó que el PRD hizo lo posible por cubrir la totalidad de las casillas, pero hubo casos, como el de Sonora, donde no se presentaron 70 por ciento de los representantes el día de la elección. "Ellos tuvieron de su lado todo el peso del dinero y del sistema, la complicidad del presidente del IFE con Gordillo, por lo que violentaron la voluntad popular en algunos casos".
Mapaches azules en el distrito de Calderón
Por otra parte, el candidato a diputado local por el distrito 20 del Distrito Federal Adrián Ruvalcaba presentó un grueso expediente sobre las muchas y graves irregularidades que se dieron en esa demarcación, las pocas de la capital donde ganó el PAN la elección presidencial y las de diputados.
Se trata del distrito donde vive Felipe Calderón Hinojosa y ahí, "después de revisar detalladamente el 100 por ciento de las actas de escrutinio -de las que tiene copia certificada, pese a la resistencia del IFE a entregarlas-, encontró que en 40 por ciento de las mismas hubo más votos que votantes.
Mencionó algunos ejemplos. La casilla básica 3440, de la delegación Alvaro Obregón, donde la propia acta detalla un total de electores, pero en la urna correspondiente a la elección de diputados a la Asamblea Legislativa encontraron más boletas.
Es decir, hubo más votos que votantes, y aunque se trata de una elección local, lo importante es que se dio en el distrito de Calderón, donde operó un nuevo espécimen, el de "los mapaches azules", precisó, e hizo notar que todas esas trampas muestran que es necesario abrir los paquetes y contar voto por voto.
Durante la conferencia, denunciaron que han comenzado las represalias contra quienes apoyan de manera abierta a López Obrador. Es el caso del dirigente campesino Max Ortega, quien denunció el uso de los programas sociales en favor de Calderón y ahora se le inventó ya una causa penal y tiene orden de aprehensión.
Otro caso es el del dirigente del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social, Roberto Vega Galina, a quien se intenta destituir del cargo.
Cota consideró también grave la descalificación y amenazas de la esposa del presidente Fox, Marta Sahagún, al diputado de Convergencia Jesús González Schmal. Seguramente, "espera la impunidad para ella y sus hijos".
jueves, julio 27, 2006
FRAUDE EN MEXICO MADE IN USA
El gobierno del presidente mejicano Vicente Fox, que goza del respaldo de la administración de George W. Bush, ha recurrido a todo tipo de manipulaciones con tal de garantizar la victoria de su propio candidato, Felipe Calderón, en las elecciones presidenciales mejicanas. El escándalo llevó a los partidarios del candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, a exigir un conteo manual voto por voto. Tres semanas después de las elecciones, el resultado no ha sido proclamado aún y la confusión reina en el país.
Bajo la influencia de Estados Unidos, el sueño democrático se está convirtiendo en pesadilla en todas partes del mundo. En Dinamarca, se obliga a los electores a votar de nuevo hasta que aprueben el Tratado que les presentan; en Estados Unidos, se comete un fraude masivo y se proclaman los resultados antes de terminar el conteo de votos; en Afganistán, los soldados estadounidenses se apoderan de las urnas y las abren en un lugar secreto; en Ucrania, la NED-CIA paga manifestantes para ocupar las calles y apoderarse del poder luego del fracaso electoral de la coalición política favorable a Estados Unidos; en Palestina, se le impide a un partido político que presente un candidato a las elecciones presidenciales y, más tarde, cuando el mismo partido gana las elecciones legislativas, sus diputados son secuestrados, así como los miembros de su gobierno; en Montenegro, se obliga a los electores a votar por la secesión para no aceptar finalmente su veredicto a menos que obtengan una cantidad de votos que va más allá de la mayoría absoluta; en Líbano, se trata de erradicar un partido político bombardeando el país.
Todo esto eso sucede mientras los medios de difusión observan el más profundo silencio sobre estos hechos y siguen utilizando la palabra «democracia» sin establecer jamás el verdadero significado de ese término.
Es importante señalar también que, fuera de América Latina, nadie se interesa por el caso mejicano. Luego de la votación para las elecciones presidenciales del 2 de julio [2006] de 2006, la administración declaró vencedor –con una reducidísima ventaja– al candidato del partido en el poder aún antes de terminar el conteo de los votos, a pesar de las denuncias de numerosos casos de fraude y sin tener en cuenta que el Tribunal Electoral es la única institución autorizada a proclamar los resultados del escrutinio. Ante la cólera de los electores, las grandes agencias internacionales de prensa dieron a entender que el líder de la oposición era simplemente un mal perdedor y que la polémica era una muestra del folclor local.
A lo largo de su mandato, el presidente saliente, Vicente Fox, jefe de la Coca Cola en México y amigo personal de la familia Bush, sometió el país a la política de Washington. Tomando como pretexto el libre comercio, anuló toda la protección aduanal de la economía mejicana sin obtener por ello la menor reciprocidad por parte de Estados Unidos. Sacando a su país de su tradicional neutralidad, apoyó las acciones de Washington contra Cuba. El propio Fox designó como su sucesor a Felipe Calderón. Por su parte, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, tenía la intención de romper con esa política y retomar objetivos favorables a la soberanía económica y a una repartición menos desigual de la riqueza, convirtiéndose así en una especie de oveja negra para los neoconservadores. Un tercer candidato, Roberto Madrazo, era el representante del PRI, la formación política más antigua de México, ya desgastada al cabo de 70 años seguidos en el ejercicio del poder.
Felipe Calderón, candidato respaldado por los neoconservadores, y Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda mejicana.
Veamos la increíble regla del juego impuesta por los amigos de Bush. El Instituto Federal Electoral (IFE), o sea, la institución oficial mejicana encargada de organizar las elecciones, supervisa más de 130 000 colegios electorales, que los mejicanos llaman «casillas», constituidas en 300 distritos. El IFE recoge los resultados y los transmite a una institución independiente, el Tribunal Electoral, encargado de verificarlos y de darlos a conocer. Sin embargo, el IFE montó un buró de estadística. Este hizo un primer estimado sobre la base de un sondeo realizado «a boca de urna» en 700 colegios electorales antes del cierre de la votación. Sobre la base de ese estimado y de los resultados de elecciones anteriores, los estadísticos del IFE establecieron fórmulas matemáticas que, según ellos, les permitían extrapolar los «resultados electorales preliminares» desde el fin del conteo de las primeras urnas sin tener que constituir una muestra representativa.
Todo esto eso sucede mientras los medios de difusión observan el más profundo silencio sobre estos hechos y siguen utilizando la palabra «democracia» sin establecer jamás el verdadero significado de ese término.
Es importante señalar también que, fuera de América Latina, nadie se interesa por el caso mejicano. Luego de la votación para las elecciones presidenciales del 2 de julio [2006] de 2006, la administración declaró vencedor –con una reducidísima ventaja– al candidato del partido en el poder aún antes de terminar el conteo de los votos, a pesar de las denuncias de numerosos casos de fraude y sin tener en cuenta que el Tribunal Electoral es la única institución autorizada a proclamar los resultados del escrutinio. Ante la cólera de los electores, las grandes agencias internacionales de prensa dieron a entender que el líder de la oposición era simplemente un mal perdedor y que la polémica era una muestra del folclor local.
A lo largo de su mandato, el presidente saliente, Vicente Fox, jefe de la Coca Cola en México y amigo personal de la familia Bush, sometió el país a la política de Washington. Tomando como pretexto el libre comercio, anuló toda la protección aduanal de la economía mejicana sin obtener por ello la menor reciprocidad por parte de Estados Unidos. Sacando a su país de su tradicional neutralidad, apoyó las acciones de Washington contra Cuba. El propio Fox designó como su sucesor a Felipe Calderón. Por su parte, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, tenía la intención de romper con esa política y retomar objetivos favorables a la soberanía económica y a una repartición menos desigual de la riqueza, convirtiéndose así en una especie de oveja negra para los neoconservadores. Un tercer candidato, Roberto Madrazo, era el representante del PRI, la formación política más antigua de México, ya desgastada al cabo de 70 años seguidos en el ejercicio del poder.
Felipe Calderón, candidato respaldado por los neoconservadores, y Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda mejicana.
Veamos la increíble regla del juego impuesta por los amigos de Bush. El Instituto Federal Electoral (IFE), o sea, la institución oficial mejicana encargada de organizar las elecciones, supervisa más de 130 000 colegios electorales, que los mejicanos llaman «casillas», constituidas en 300 distritos. El IFE recoge los resultados y los transmite a una institución independiente, el Tribunal Electoral, encargado de verificarlos y de darlos a conocer. Sin embargo, el IFE montó un buró de estadística. Este hizo un primer estimado sobre la base de un sondeo realizado «a boca de urna» en 700 colegios electorales antes del cierre de la votación. Sobre la base de ese estimado y de los resultados de elecciones anteriores, los estadísticos del IFE establecieron fórmulas matemáticas que, según ellos, les permitían extrapolar los «resultados electorales preliminares» desde el fin del conteo de las primeras urnas sin tener que constituir una muestra representativa.
La primera manipulación consiste en presentar como resultados definitivos lo que no eran más que simples proyecciones estadísticas establecidas por un grupo de funcionarios del gobierno. La segunda manipulación consiste en escamotear los resultados de los colegios electorales con el pretexto de que no son creíbles porque se alejan demasiado de la proyección estadística. El IFE se tomó así la libertad de rechazar tres millones de votos, de los cuales sólo reintegró dos millones y medio al cabo de una verdadera batalla política. La tercera manipulación es lo que los mejicanos llaman popularmente “el embarazo de urnas” ya que el IFE aceptó los resultados de 18 646 colegios electorales en los que el número de votos registrados es superior a la cantidad de electores inscritos (participación superior al 100%). Al no disponer de los medios informáticos necesarios para llevar a cabo su cometido, el IFE subcontrató para la realización del trabajo informático una oficina privada dirigida por Diego Zavala, cuñado del «vencedor», Felipe Calderón.
Ante tales manejos, el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador recurrió al Tribunal Electoral y pidió un nuevo conteo voto por voto.
El escrutinio no es, sin embargo, más que la parte visible del iceberg ya que la propia campaña no ofreció las condiciones necesarias para el debate democrático.
Según un estudio de Global Exchange, los dos grandes emporios televisivos de México, Televisa y TV Azteca, dieron muestras de parcialidad y recurrieron a la difamación (ver cuadro).
Televisa
TV Azteca
Trabajos contra López Obrador
91
23
Trabajos contra Roberto Madrazo
46
8
Trabajos contra Felipe Calderón
25
7
La campaña de prensa contra López Obrador alcanzó su punto culminante con la transmisión de un spot publicitario que lo presentaba como «Un peligro para México». La violencia de la frase llevó al Tribunal Electoral a poner fin a la difusión del spot.
Según la ONG Global Exchange, se reportaron numerosos casos de presiones ejercidas sobre los electores de comunidades a los que se les hizo saber que si «escogían mal» se les privaría de subvenciones federales que les resultan indispensables para sobrevivir.
TV Azteca
Trabajos contra López Obrador
91
23
Trabajos contra Roberto Madrazo
46
8
Trabajos contra Felipe Calderón
25
7
La campaña de prensa contra López Obrador alcanzó su punto culminante con la transmisión de un spot publicitario que lo presentaba como «Un peligro para México». La violencia de la frase llevó al Tribunal Electoral a poner fin a la difusión del spot.
Según la ONG Global Exchange, se reportaron numerosos casos de presiones ejercidas sobre los electores de comunidades a los que se les hizo saber que si «escogían mal» se les privaría de subvenciones federales que les resultan indispensables para sobrevivir.
Tres semanas después del fin del escrutinio, el Tribunal Electoral no ha proclamado ningún resultado definitivo. La confusión es total pero Felipe Calderón se proclama ya jefe de Estado y afirma constantemente que no cederá ante el chantaje y las amenazas de la calle mientras que negocia con uno de sus rivales, Roberto Madrazo, con vistas a la formación de una alianza parlamentaria.
viernes, julio 14, 2006
¿Quién es Felipe Calderón, candidato derechista a la presidencia de México?
Con sólo 44 años de edad, la vida de Felipe Calderón oscila entre los ambientes aristocráticos de Morelia, el jesuitismo ramplón de las organizaciones secretas y el culto a la eficacia empresarial y neoliberal. He aquí la biografía del falso vencedor presidencial mexicano de unos fraudulentos comicios.
Nació en 1962 en Morelia, capital del estado de Michoacán, una entidad federativa donde aún se arrastra la presencia de aristócratas coloniales, conservadores, pero carentes de carisma y de propuestas capaces de atraer a los ciudadanos de a pie. Su padre fue Luis Calderón Vega, uno de los fundadores históricos de Acción Nacional en la época de mayor actividad de la organización secreta fundada por los jesuitas denominada La Base.
Pero la fe de Luis Calderón Vega en el PAN comenzó a debilitarse en 1976 cuando esta formación pública comenzó a ver demolida su estructura ideológica barroca por el ingreso en las filas panistas de los empresarios que hasta ese año se deshinibieron para actuar en política. El padre de Felipe salió del PAN. Felipe en los años 80 decidió permanecer. El proyecto tecnocrático había triunfado sobre los tradicionalistas que aún creían en la eficacia de la oración. José Angel Conchello cabecilla de los pragmáticos triunfó sobre el jefe nacional Efraín González Morfín, portador de valores eternos.
Felipe Calderón inició su militancia en el PAN estando bajo la dirección espiritual y política del jefe nacional de entonces, Carlos Castillo Peraza. Así fue como Felipe ingresó al mundo de la gran empresa por el conducto de la militancia política. Pero no sólo eso. También se convirtió en un político pragmático para quien los ejercicios de San Ignacio de Loyola dejaron de ser transmisores de eficacia y, en cambio, comenzó a adherirse a los textos monetaristas y neoliberales.
Con estos antecedentes y cuestionado por tramposos manejos financieros que son usuales en el medio empresarial mexicano, Felipe Calderón Hinojosa es el candidato presidencial del oficialismo derechista, que ha pretendido llegar al poder gracias al apoyo del gobierno de Vicente Fox, de la derecha internacional y de una costosa publicidad.
En 1988 Felipe Calderón fue Representante en la Asamblea legislativa del Distrito Federal. De 1991 a 1994 fue diputado federal y como tal defendió las reformas derechistas de Carlos Salinas en materia de política económica y de relaciones con la Iglesia católica. En 1993 fue secretario general del PAN, bajo la presidencia de Carlos Castillo Peraza, uno de los grandes aliados del presidente Carlos Salinas de Gortari. En aquel tiempo, Calderón reaccionaba enfurecido ante quienes criticaban las tendencias oscurantistas dentro de su partido y en especial los excesos “moralizantes” de los alcaldes panistas que se dedicaban a prohibir espectáculos, modas y revistas de contenido “obsceno”.
Cierre de la campaña presidencial de Calderón en el estadio Azteca, México DF.
Foto Sitio oficial de Felipe Calderón.
Fue esa la actitud que ese año adoptó en una presentación de la revista Mundo, en la que descalificó la investigación sobre los grupos ultraderechistas actuantes en su partido. Panistas como Calderón Hinojosa sabían perfectamente en ese tiempo del predominio en su partido de grupos reaccionarios públicos y secretos, nacionales e internacionales. Sin embargo, públicamente negaban los hechos y atribuían tales señalamientos a la intención de desvirtuar al PAN; esto fue lo que hicieron en 1995 cuando personajes vinculados a tales grupos llegaron al poder en varios ayuntamientos de Jalisco.
También en 1995 Calderón fue seleccionado como candidato a gobernador del Estado de Michoacán. Su campaña prefiguró en sus principales aspectos la que ahora lleva a cabo para la presidencia de la República. En ese tiempo, como hoy, el panista encontró sus principales apoyos en grupos conservadores, jerarcas religiosos y empresarios.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del 95, los obispos michoacanos difundieron un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a este apoyo, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que hoy gobiernan a México, y en especial la llamada familia presidencial, encabezada por Martha Sahagún ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Ahora, cuando se cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
En 1996 fue electo Presidente Nacional del PAN para el periodo 1996-1999, cargo en el cual enfrentó críticas y conflictos por sus actitudes prepotentes y autoritarias. Por ejemplo, en 1997 se produjo una escisión en el panismo del estado de Sonora, en la cual el hoy presidente de ese partido, el ultraderechista Manuel Espino y el propio Calderón Hinojosa se pusieron de acuerdo contra el dirigente histórico Adalberto Rosas. Luego de su conflictiva gestión, Calderón fue sustituido por Luis Felipe Bravo Mena, quien al igual que el actual presidente del PAN pertenece a una organización secreta de la ultraderecha denominada el Yunque.
A partir de 1998 fue vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), organización que reúne a muchos de los exponentes de las corrientes derechistas y neoliberales del Continente: sean antichavistas, anticastristas, o personajes del conservadurismo católico, como la que fuera candidata presidencial de Perú, Lourdes Flores, quien al igual que Calderón reivindica la moral sexual del catolicismo, a la vez que las prioridades plutocráticas. Fue coordinador de la bancada panista luego de las elecciones del 2000 hasta febrero de 2003, cuando la abandonó para ocupar la dirección del banco oficial Banobras. Después lo nombraron secretario de Energía, donde hizo notar su simpatía hacia la privatización de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, además que por beneficiar a su familia con concesiones ilegales.
El Hijo Desobediente
Felipe Calderón presentó su propio punto de vista sobre su campaña y sobre algunos aspectos de vida en su libro El Hijo Desobediente. Notas en campaña (Aguilar, México, 2006), que se presentó y difundió durante la campaña presidencial.
El título del libro obedece a una de las canciones favoritas de Felipe, el corrido que lleva ese nombre, y que el panista ha usado en su campaña, incluso para bautizar al autobús que lo trasladaba a los actos proselitistas. Con ello, Fecal dejó la impronta de su ambición, pues la letra de canción evoca no un proyecto de nación ni necesidades populares, sino simplemente los conflictos de la autoridad y del poder.
Como dice el propio candidato panista en la página 21 de su libro, el corrido, cuyo personaje principal se llama Felipe, “Cuenta la tragedia de un joven que desafía a su padre y dispone sobre la manera en que lo han de enterrar, pues su progenitor le ha augurado la muerte”. La canción, que incluye la frase “Felipe, Dios te perdone”, que ahora han hecho suya muchos mexicanos, luego del fraude electoral del 2 de julio, se ha usado como expresión de una supuesta rebeldía de Calderón contra Fox. Pero la falsedad de ésta es evidente dado el inmenso apoyo que el mandatario derechista ha proporcionado a su correligionario. Se trata del repudio inconciente a su propio padre, Luis Calderón Vega.
Variando nombres y circunstancias, el libro de campaña de Felipe es uno más de esos productos típicos de los empresarios-políticos. Significativamente, en varios de los pasajes referentes a la vida con su esposa y sus hijos, es más patente la falta de autenticidad de los dichos de Calderón, que llega a extremos ridículos.
Según la encumbrada pareja panista, a sus hijos siempre les dicen “…el por qué de las cosas que hacemos... Y las hacemos por algo muy simple: amor por México”. Pero la propia Margarita añade “El amor por México... bueno, para empezar es algo indefinible. Más bien son actitudes...”.Puntualiza la aspirante a suceder a Sahagún: “Los mexicanos me gustan porque son como yo, como es Felipe, como son nuestros hijos...”.
Cabe añadir que Felipe y su esposa no son pioneros en el uso del vacío sentimentalismo que apela al “amor” como arma política. La pareja de los Bush, con toda la sangre que ha derramado ese mandatario, suele recurrir a la prédica del “amor”, palabra ciertamente indefinible y poco comprometedora.
Dentro de esa retórica hipócrita y apologética, salta la afirmación de Fecal de que “La parte más fuerte de mí es Margarita, mi esposa”, con lo que reafirma su apego al modelo monárquico de la llamada pareja presidencial implantado por Fox.
Desde luego, el candidato panista no alude siquiera a cualquier hecho que empañe una reputación que existe sólo en su publicidad de campaña. No se refiere prácticamente a la guerra sucia contra la izquierda ni a sus prácticas abusivas y perversas de colectar millones de pesos entre empresarios para invertirlos en atacar a López Obrador, ni a su aceptación de la ley Televisa, ni detalla las actividades de personajes como su asesor franquista, Antonio Solá, y menos aún alude a los negocios turbios de sus cuñados y a los problemas que otros de sus parientes han tenido en su gestión política.
Tramposo por vocación, Calderón miente de manera sistemática mediante el ocultamiento y selección de los hechos, además de que usa eufemismos y rodeos para referirse a proyectos suyos que atentan directamente contra los intereses de los que menos tienen.
Con la bandera de que el país debe ser ”competitivo” sugiere incrementar los privilegios para los empresarios, a la vez que eliminar derechos y beneficios para los trabajadores y para los menos favorecidos, promover privatizaciones e instaurar un orden represivo para evitar ya no la delincuencia sino la disidencia. Leemos, por ejemplo: “…nuestro reto es modificar los costos de las empresas productivas, nuestro reto es aligerarla carga de quien invierte y produce en México. ¿Cuáles son los costos que tenemos?. Para ustedes, ya sea que tengan negocios o fábricas, costos muy fuertes son la electricidad, el gas, los impuestos- incluyendo lo complicado que es pagarlos-, las regulaciones burocráticas, la falta de infraestructura…” (p. 68). El candidato panista está, pues, al servicio de los empresarios y de sus ganancias desmesuradas.
Calderón insiste hasta el cansancio en sus dictados autoritarios para forjar “un México que no se agache y se achicopale frente a un mundo que le compite…” (p. 98), “…un México ganador, fuerte y seguro de sí mismo…” (p. 115), al mismo tiempo que evita cualquier mención de hechos como la represión en Sicartsa y en Atenco, la existencia y naturaleza del EZLN y de otros grupos armados, y cualquier tipo de conflictos sociales que, parecería, para Calderón no existen en México.
Al igual que la idealización de la juventud y el desprecio por el valor de la historia son postulados del neoliberalismo radical que Felipe expresa en su libro. Según él, el PRI y el PAN representan el “pasado” de México (que incluye la justicia social y el estado laico) mientras que el representa el futuro dictado por las exigencias de un mundo capitalista supuestamente sin ideologías. Por eso afirma: “…México tiene una rica historia, pero no podemos vivir obsesionados por el pasado. Hay que vivir hacia delante, hay que vivir y tener proyectos que nos permitan ganar una vida mejor para cada mexicano” (p. 42).
Uno de los aspectos del PAN que le han acarreado más críticas y costos políticos, son sus raíces católicas conservadoras, así como la inveterada presencia en él de grupos extremistas de esa filiación. Fiel a su retórica hipócrita y tramposa, Calderón no abunda en el tema, pero sí deja claro que él comparte esas raíces al grado de que su padre, su abuelo materno -quien fue sinarquista-, sus suegros, algunas de sus tías y otros de sus ascendientes provienen de la militancia política religiosa, en la que él mismo participó, relata, en grupos maristas. También enumera entre sus principales simpatizantes y colaboradores a una colección de dirigentes de la ultraderecha: Luis Pazos, Manuel Espino, Ana Teresa Aranda, Luis Felipe Bravo Mena, Francisco Salazar Saénz.
En la parte final del libro, Calderón se extiende en sus delirantes profecías sobre lo que será el país bajo su gobierno, que traerá felicidad al de Estados Unidos y a los grandes empresarios del turismo y de la construcción, entre otros, y donde habrá sofisticados sistemas policíacos para vigilar segundo a segundo que no se cuestione el orden panista.
Evidenciando que concibe la del 2 de julio como una elección de Estado, Felipe describe anticipadamente cómo será la noche del 2 de julio: “a lo largo del día he tenido conocimiento de cómo van las cosas y sé que he ganado. Pero la pregunta fundamental es si tengo o no la mayoría en el congreso de la Unión. Me imagino dos escenarios; el deseable, contar con la mayoría, y el probable, que no cuente con ella” (p. 152)
Ante esa previsión, sugiere eliminar la disidencia apelando a la “unidad nacional” mediante un gobierno “de coalición”. Esto es, instaurar en la práctica una dictadura derechista que implantaría leyes que el PAN ya ha propuesto y que son contrarias al estado laico y a los derechos de los trabajadores.
Su oferta electoral
Como bien ha resumido un medio de su natal Michoacán, Calderón “acostumbra ir a misa los domingos, y al igual que Vicente Fox, conoce perfectamente el uso de la mercadotecnia” (Xòchitl Vázquez Pallares Cambio de Michoacán, 9 de Febrero de 2006).
Calderón triunfó en la contienda interna del PAN para designar a su candidato presidencial gracias al apoyo que recibió de sectores clericales arraigados en ese partido, y que siguen siendo sus principales interlocutores, al igual que los grandes empresarios y banqueros. A esos círculos Calderón, quien encarna la alianza del conservadurismo católico con la derecha neoliberal, les ofrece todo tipo de privilegios.
Una de las principales consignas de la campaña de Calderón ha sido el combate a la inseguridad, entendida principalmente como la persecución policial contra los secuestradores y contra quienes cometan delitos contra la propiedad. Evidentemente, no es la prioridad para quienes carecen de empleo y de recursos, para quienes no han amasado fortunas mediante abusos comerciales o en el ejercicio de la política.
Calderón se dedica a adjetivar como si fuera un “populista” a quienes, como Andrés Manuel López Obrador, subsidian la economía de las familias y personas más necesitadas, como los ancianos, a lo que Calderón suele argumentar falazmente que “no hay dinero para hacerlo”. Más aún, en su propaganda de campaña ha recurrido a los ataques contra la imagen del presidente venezolano, a quien por sus proyectos de beneficio social, Calderón identifica como “populista” al igual que a López Obrador.
En lugar de enfrentar las críticas por el apoyo que le brindó el derechista presidente español José Aznar, violando las leyes mexicanas, se ha dedicado a cuestionar un pretendido apoyo de personajes de Venezuela a la campaña de López Obrador. Pero, a la postre, la participación activa de Aznar dejó muy claro el carácter derechista del PAN, lo cual los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar.
Nepotismo calderonista
Juan Luis Calderón, hermano de Felipe, también ha sido diputado y cuando este era secretario de Energía, Juan Luis trabajó en la Comisión Nacional del Agua; luego de la renuncia de Calderón a su cargo, se incorporó al ayuntamiento de Morelia como responsable del Organismo Operador de Agua Potable y Saneamiento. El 10 de febrero de 2006, el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Alfredo Zalce, acusó a Juan Luis Calderón de no atender las demandas de "más de 66 colonias" irregulares de la ciudad.
Gabriel Hinojosa, cuestionado exalcalde de Puebla que a mediados de la década pasada acosaba a pordioseros, ancianos, prostitutas y sindicalistas; es primo hermano de Felipe Calderón, lo mismo que Guadalupe Hinojosa Rivero, ex funcionaria del Instituto Nacional de Migración en Puebla.
Otro primo de Calderón Hinojosa, José Carlos Lara Hinojosa, es su coordinador de campaña en el sur de Veracruz. El pariente del candidato panista ha dicho que “…las dirigencias municipales están solicitándole el apoyo a la militancia para así poder costear la campaña de Felipe Calderón, porque el candidato se ha dado cuenta que cuando las cosas cuestan se les pone más empeño.
Por su parte, Mariana Gómez del Campo, de 25 años, sobrina política del candidato panista y colaboradora de su campaña, es diputada local a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y en 2004, fue activa promotora de la propaganda referente a la “inseguridad pública” en la ciudad de México, que disfrazaba una escalada propagandística contra el gobierno capitalino encabezado por López Obrador. Según los datos personales que de ella difunde el PAN, participa en ese partido desde 1994, y en la Secretaría Nacional de Acción Juvenil en 1997, 1999 y del 2004 a la fecha. En el 2000 fue Diputada Suplente en formula con Miguel Ángel Toscano. Posteriormente fue secretaria del entonces presidente del PAN capitalino, José Luis Luege Tamargo, y forma parte del Consejo Regional del PAN en el DF desde el 2004.
Ahora es diputada electa de mayoría relativa en el Distrito XX Local que comprende las delegaciones Benito Juárez y Álvaro Obregón, es Presidenta de la Comisión de Juventud, Vicepresidenta de la Comisión Deporte e integrante de las comisiones de Transporte y Desarrollo Metropolitano. Asimismo se desempeña como Coordinadora de la Campaña de Jóvenes del Candidato Presidencial del PAN Felipe Calderón Hinojosa.
Exjefe de la sobrina de Calderón, Luege ha sido dirigente de grupos ultraderechistas como el Dhiac, y en cìrculos panistas, que aluden a la doble moral imperante en el blanquiazul, se les atribuye una relación sentimental.
La guerra sucia en el poder
La derecha basó su campaña electoral y su estrategia de defensa de su "triunfo" en la manipulación mediática, para satanizar al candidato presidencial del PRD y para validar la supuesta victoria, lo mismo que en al apoyo abierto de Fox a Calderón no sólo con declaraciones sino con grandes recursos públicos, en una larga lista de trampas que los votantes constataron y cuya realidad el oficialismo pretende negar y, lo que es igualmente grave, en el albazo que dio el IFE al proclamar vencedor de las elecciones al panista.
El resultado de todas esas maniobras ha sido un movimiento popular de millones de personas, muchas de ellas testigos del fraude. En contrapartida, la derecha en el poder encuentra sus aliados en la clase política, los empresarios y los medios televisivos, favorecidos por Fox en plena campaña con la llamada ley Televisa que otorgó amplios beneficios al poderoso consorcio a cambio de su apoyo al panista.
Nació en 1962 en Morelia, capital del estado de Michoacán, una entidad federativa donde aún se arrastra la presencia de aristócratas coloniales, conservadores, pero carentes de carisma y de propuestas capaces de atraer a los ciudadanos de a pie. Su padre fue Luis Calderón Vega, uno de los fundadores históricos de Acción Nacional en la época de mayor actividad de la organización secreta fundada por los jesuitas denominada La Base.
Pero la fe de Luis Calderón Vega en el PAN comenzó a debilitarse en 1976 cuando esta formación pública comenzó a ver demolida su estructura ideológica barroca por el ingreso en las filas panistas de los empresarios que hasta ese año se deshinibieron para actuar en política. El padre de Felipe salió del PAN. Felipe en los años 80 decidió permanecer. El proyecto tecnocrático había triunfado sobre los tradicionalistas que aún creían en la eficacia de la oración. José Angel Conchello cabecilla de los pragmáticos triunfó sobre el jefe nacional Efraín González Morfín, portador de valores eternos.
Felipe Calderón inició su militancia en el PAN estando bajo la dirección espiritual y política del jefe nacional de entonces, Carlos Castillo Peraza. Así fue como Felipe ingresó al mundo de la gran empresa por el conducto de la militancia política. Pero no sólo eso. También se convirtió en un político pragmático para quien los ejercicios de San Ignacio de Loyola dejaron de ser transmisores de eficacia y, en cambio, comenzó a adherirse a los textos monetaristas y neoliberales.
Con estos antecedentes y cuestionado por tramposos manejos financieros que son usuales en el medio empresarial mexicano, Felipe Calderón Hinojosa es el candidato presidencial del oficialismo derechista, que ha pretendido llegar al poder gracias al apoyo del gobierno de Vicente Fox, de la derecha internacional y de una costosa publicidad.
En 1988 Felipe Calderón fue Representante en la Asamblea legislativa del Distrito Federal. De 1991 a 1994 fue diputado federal y como tal defendió las reformas derechistas de Carlos Salinas en materia de política económica y de relaciones con la Iglesia católica. En 1993 fue secretario general del PAN, bajo la presidencia de Carlos Castillo Peraza, uno de los grandes aliados del presidente Carlos Salinas de Gortari. En aquel tiempo, Calderón reaccionaba enfurecido ante quienes criticaban las tendencias oscurantistas dentro de su partido y en especial los excesos “moralizantes” de los alcaldes panistas que se dedicaban a prohibir espectáculos, modas y revistas de contenido “obsceno”.
Cierre de la campaña presidencial de Calderón en el estadio Azteca, México DF.
Foto Sitio oficial de Felipe Calderón.
Fue esa la actitud que ese año adoptó en una presentación de la revista Mundo, en la que descalificó la investigación sobre los grupos ultraderechistas actuantes en su partido. Panistas como Calderón Hinojosa sabían perfectamente en ese tiempo del predominio en su partido de grupos reaccionarios públicos y secretos, nacionales e internacionales. Sin embargo, públicamente negaban los hechos y atribuían tales señalamientos a la intención de desvirtuar al PAN; esto fue lo que hicieron en 1995 cuando personajes vinculados a tales grupos llegaron al poder en varios ayuntamientos de Jalisco.
También en 1995 Calderón fue seleccionado como candidato a gobernador del Estado de Michoacán. Su campaña prefiguró en sus principales aspectos la que ahora lleva a cabo para la presidencia de la República. En ese tiempo, como hoy, el panista encontró sus principales apoyos en grupos conservadores, jerarcas religiosos y empresarios.
La jerarquía católica de Michoacán recurrió a los Talleres de Fe y Política para apoyar a los candidatos panistas en las elecciones estatales de noviembre de 1995 y en vísperas de ellas, los feligreses podían leer en el interior de la Catedral Metropolitana un letrero de la Pastoral Salud y Vida y de la Pastoral Juvenil donde se les exhortaba a que antes de votar pensaran si su candidato era partidario de “la vida desde la concepción”, así como de la “integridad” de la mujer, de la familia y de la “moralización del ambiente”. Con esas consignas buscaban beneficiar al PAN y a sus candidatos, que se identificaban con ellas.
El 10 de agosto del 95, los obispos michoacanos difundieron un documento de propaganda derechista cuyo título, más que elocuente, era “La Responsabilidad de los cristianos de elegir a favor de la vida”, pese a este apoyo, no ganó Calderón las elecciones estatales.
El panista usaba, como lo hace ahora, una retórica basada en el insulto contra sus adversarios, a quienes en ese tiempo amenazaba en su propaganda con “amarrarles las manos” para que no saquearan el erario. Paradójicamente, los panistas que hoy gobiernan a México, y en especial la llamada familia presidencial, encabezada por Martha Sahagún ha hecho gala de ilícito enriquecimiento, y a extremos alarmantes ha saqueado el país haciendo ostentación a la vez de un derroche vicioso e irracional que pone de manifiesto su falta de cultura y de sensibilidad. Ahora, cuando se cuestiona a Calderón sobre esos hechos, pretende desviar la atención insultando a líderes del PRD o del PRI, pero sigue beneficiándose del apoyo que le brindan los corruptos gobernantes panistas.
En 1996 fue electo Presidente Nacional del PAN para el periodo 1996-1999, cargo en el cual enfrentó críticas y conflictos por sus actitudes prepotentes y autoritarias. Por ejemplo, en 1997 se produjo una escisión en el panismo del estado de Sonora, en la cual el hoy presidente de ese partido, el ultraderechista Manuel Espino y el propio Calderón Hinojosa se pusieron de acuerdo contra el dirigente histórico Adalberto Rosas. Luego de su conflictiva gestión, Calderón fue sustituido por Luis Felipe Bravo Mena, quien al igual que el actual presidente del PAN pertenece a una organización secreta de la ultraderecha denominada el Yunque.
A partir de 1998 fue vicepresidente de la Internacional Demócrata Cristiana (IDC), organización que reúne a muchos de los exponentes de las corrientes derechistas y neoliberales del Continente: sean antichavistas, anticastristas, o personajes del conservadurismo católico, como la que fuera candidata presidencial de Perú, Lourdes Flores, quien al igual que Calderón reivindica la moral sexual del catolicismo, a la vez que las prioridades plutocráticas. Fue coordinador de la bancada panista luego de las elecciones del 2000 hasta febrero de 2003, cuando la abandonó para ocupar la dirección del banco oficial Banobras. Después lo nombraron secretario de Energía, donde hizo notar su simpatía hacia la privatización de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad, además que por beneficiar a su familia con concesiones ilegales.
El Hijo Desobediente
Felipe Calderón presentó su propio punto de vista sobre su campaña y sobre algunos aspectos de vida en su libro El Hijo Desobediente. Notas en campaña (Aguilar, México, 2006), que se presentó y difundió durante la campaña presidencial.
El título del libro obedece a una de las canciones favoritas de Felipe, el corrido que lleva ese nombre, y que el panista ha usado en su campaña, incluso para bautizar al autobús que lo trasladaba a los actos proselitistas. Con ello, Fecal dejó la impronta de su ambición, pues la letra de canción evoca no un proyecto de nación ni necesidades populares, sino simplemente los conflictos de la autoridad y del poder.
Como dice el propio candidato panista en la página 21 de su libro, el corrido, cuyo personaje principal se llama Felipe, “Cuenta la tragedia de un joven que desafía a su padre y dispone sobre la manera en que lo han de enterrar, pues su progenitor le ha augurado la muerte”. La canción, que incluye la frase “Felipe, Dios te perdone”, que ahora han hecho suya muchos mexicanos, luego del fraude electoral del 2 de julio, se ha usado como expresión de una supuesta rebeldía de Calderón contra Fox. Pero la falsedad de ésta es evidente dado el inmenso apoyo que el mandatario derechista ha proporcionado a su correligionario. Se trata del repudio inconciente a su propio padre, Luis Calderón Vega.
Variando nombres y circunstancias, el libro de campaña de Felipe es uno más de esos productos típicos de los empresarios-políticos. Significativamente, en varios de los pasajes referentes a la vida con su esposa y sus hijos, es más patente la falta de autenticidad de los dichos de Calderón, que llega a extremos ridículos.
Según la encumbrada pareja panista, a sus hijos siempre les dicen “…el por qué de las cosas que hacemos... Y las hacemos por algo muy simple: amor por México”. Pero la propia Margarita añade “El amor por México... bueno, para empezar es algo indefinible. Más bien son actitudes...”.Puntualiza la aspirante a suceder a Sahagún: “Los mexicanos me gustan porque son como yo, como es Felipe, como son nuestros hijos...”.
Cabe añadir que Felipe y su esposa no son pioneros en el uso del vacío sentimentalismo que apela al “amor” como arma política. La pareja de los Bush, con toda la sangre que ha derramado ese mandatario, suele recurrir a la prédica del “amor”, palabra ciertamente indefinible y poco comprometedora.
Dentro de esa retórica hipócrita y apologética, salta la afirmación de Fecal de que “La parte más fuerte de mí es Margarita, mi esposa”, con lo que reafirma su apego al modelo monárquico de la llamada pareja presidencial implantado por Fox.
Desde luego, el candidato panista no alude siquiera a cualquier hecho que empañe una reputación que existe sólo en su publicidad de campaña. No se refiere prácticamente a la guerra sucia contra la izquierda ni a sus prácticas abusivas y perversas de colectar millones de pesos entre empresarios para invertirlos en atacar a López Obrador, ni a su aceptación de la ley Televisa, ni detalla las actividades de personajes como su asesor franquista, Antonio Solá, y menos aún alude a los negocios turbios de sus cuñados y a los problemas que otros de sus parientes han tenido en su gestión política.
Tramposo por vocación, Calderón miente de manera sistemática mediante el ocultamiento y selección de los hechos, además de que usa eufemismos y rodeos para referirse a proyectos suyos que atentan directamente contra los intereses de los que menos tienen.
Con la bandera de que el país debe ser ”competitivo” sugiere incrementar los privilegios para los empresarios, a la vez que eliminar derechos y beneficios para los trabajadores y para los menos favorecidos, promover privatizaciones e instaurar un orden represivo para evitar ya no la delincuencia sino la disidencia. Leemos, por ejemplo: “…nuestro reto es modificar los costos de las empresas productivas, nuestro reto es aligerarla carga de quien invierte y produce en México. ¿Cuáles son los costos que tenemos?. Para ustedes, ya sea que tengan negocios o fábricas, costos muy fuertes son la electricidad, el gas, los impuestos- incluyendo lo complicado que es pagarlos-, las regulaciones burocráticas, la falta de infraestructura…” (p. 68). El candidato panista está, pues, al servicio de los empresarios y de sus ganancias desmesuradas.
Calderón insiste hasta el cansancio en sus dictados autoritarios para forjar “un México que no se agache y se achicopale frente a un mundo que le compite…” (p. 98), “…un México ganador, fuerte y seguro de sí mismo…” (p. 115), al mismo tiempo que evita cualquier mención de hechos como la represión en Sicartsa y en Atenco, la existencia y naturaleza del EZLN y de otros grupos armados, y cualquier tipo de conflictos sociales que, parecería, para Calderón no existen en México.
Al igual que la idealización de la juventud y el desprecio por el valor de la historia son postulados del neoliberalismo radical que Felipe expresa en su libro. Según él, el PRI y el PAN representan el “pasado” de México (que incluye la justicia social y el estado laico) mientras que el representa el futuro dictado por las exigencias de un mundo capitalista supuestamente sin ideologías. Por eso afirma: “…México tiene una rica historia, pero no podemos vivir obsesionados por el pasado. Hay que vivir hacia delante, hay que vivir y tener proyectos que nos permitan ganar una vida mejor para cada mexicano” (p. 42).
Uno de los aspectos del PAN que le han acarreado más críticas y costos políticos, son sus raíces católicas conservadoras, así como la inveterada presencia en él de grupos extremistas de esa filiación. Fiel a su retórica hipócrita y tramposa, Calderón no abunda en el tema, pero sí deja claro que él comparte esas raíces al grado de que su padre, su abuelo materno -quien fue sinarquista-, sus suegros, algunas de sus tías y otros de sus ascendientes provienen de la militancia política religiosa, en la que él mismo participó, relata, en grupos maristas. También enumera entre sus principales simpatizantes y colaboradores a una colección de dirigentes de la ultraderecha: Luis Pazos, Manuel Espino, Ana Teresa Aranda, Luis Felipe Bravo Mena, Francisco Salazar Saénz.
En la parte final del libro, Calderón se extiende en sus delirantes profecías sobre lo que será el país bajo su gobierno, que traerá felicidad al de Estados Unidos y a los grandes empresarios del turismo y de la construcción, entre otros, y donde habrá sofisticados sistemas policíacos para vigilar segundo a segundo que no se cuestione el orden panista.
Evidenciando que concibe la del 2 de julio como una elección de Estado, Felipe describe anticipadamente cómo será la noche del 2 de julio: “a lo largo del día he tenido conocimiento de cómo van las cosas y sé que he ganado. Pero la pregunta fundamental es si tengo o no la mayoría en el congreso de la Unión. Me imagino dos escenarios; el deseable, contar con la mayoría, y el probable, que no cuente con ella” (p. 152)
Ante esa previsión, sugiere eliminar la disidencia apelando a la “unidad nacional” mediante un gobierno “de coalición”. Esto es, instaurar en la práctica una dictadura derechista que implantaría leyes que el PAN ya ha propuesto y que son contrarias al estado laico y a los derechos de los trabajadores.
Su oferta electoral
Como bien ha resumido un medio de su natal Michoacán, Calderón “acostumbra ir a misa los domingos, y al igual que Vicente Fox, conoce perfectamente el uso de la mercadotecnia” (Xòchitl Vázquez Pallares Cambio de Michoacán, 9 de Febrero de 2006).
Calderón triunfó en la contienda interna del PAN para designar a su candidato presidencial gracias al apoyo que recibió de sectores clericales arraigados en ese partido, y que siguen siendo sus principales interlocutores, al igual que los grandes empresarios y banqueros. A esos círculos Calderón, quien encarna la alianza del conservadurismo católico con la derecha neoliberal, les ofrece todo tipo de privilegios.
Una de las principales consignas de la campaña de Calderón ha sido el combate a la inseguridad, entendida principalmente como la persecución policial contra los secuestradores y contra quienes cometan delitos contra la propiedad. Evidentemente, no es la prioridad para quienes carecen de empleo y de recursos, para quienes no han amasado fortunas mediante abusos comerciales o en el ejercicio de la política.
Calderón se dedica a adjetivar como si fuera un “populista” a quienes, como Andrés Manuel López Obrador, subsidian la economía de las familias y personas más necesitadas, como los ancianos, a lo que Calderón suele argumentar falazmente que “no hay dinero para hacerlo”. Más aún, en su propaganda de campaña ha recurrido a los ataques contra la imagen del presidente venezolano, a quien por sus proyectos de beneficio social, Calderón identifica como “populista” al igual que a López Obrador.
En lugar de enfrentar las críticas por el apoyo que le brindó el derechista presidente español José Aznar, violando las leyes mexicanas, se ha dedicado a cuestionar un pretendido apoyo de personajes de Venezuela a la campaña de López Obrador. Pero, a la postre, la participación activa de Aznar dejó muy claro el carácter derechista del PAN, lo cual los dirigentes de ese partido se niegan a aceptar.
Nepotismo calderonista
Juan Luis Calderón, hermano de Felipe, también ha sido diputado y cuando este era secretario de Energía, Juan Luis trabajó en la Comisión Nacional del Agua; luego de la renuncia de Calderón a su cargo, se incorporó al ayuntamiento de Morelia como responsable del Organismo Operador de Agua Potable y Saneamiento. El 10 de febrero de 2006, el dirigente estatal del Partido del Trabajo, Alfredo Zalce, acusó a Juan Luis Calderón de no atender las demandas de "más de 66 colonias" irregulares de la ciudad.
Gabriel Hinojosa, cuestionado exalcalde de Puebla que a mediados de la década pasada acosaba a pordioseros, ancianos, prostitutas y sindicalistas; es primo hermano de Felipe Calderón, lo mismo que Guadalupe Hinojosa Rivero, ex funcionaria del Instituto Nacional de Migración en Puebla.
Otro primo de Calderón Hinojosa, José Carlos Lara Hinojosa, es su coordinador de campaña en el sur de Veracruz. El pariente del candidato panista ha dicho que “…las dirigencias municipales están solicitándole el apoyo a la militancia para así poder costear la campaña de Felipe Calderón, porque el candidato se ha dado cuenta que cuando las cosas cuestan se les pone más empeño.
Por su parte, Mariana Gómez del Campo, de 25 años, sobrina política del candidato panista y colaboradora de su campaña, es diputada local a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y en 2004, fue activa promotora de la propaganda referente a la “inseguridad pública” en la ciudad de México, que disfrazaba una escalada propagandística contra el gobierno capitalino encabezado por López Obrador. Según los datos personales que de ella difunde el PAN, participa en ese partido desde 1994, y en la Secretaría Nacional de Acción Juvenil en 1997, 1999 y del 2004 a la fecha. En el 2000 fue Diputada Suplente en formula con Miguel Ángel Toscano. Posteriormente fue secretaria del entonces presidente del PAN capitalino, José Luis Luege Tamargo, y forma parte del Consejo Regional del PAN en el DF desde el 2004.
Ahora es diputada electa de mayoría relativa en el Distrito XX Local que comprende las delegaciones Benito Juárez y Álvaro Obregón, es Presidenta de la Comisión de Juventud, Vicepresidenta de la Comisión Deporte e integrante de las comisiones de Transporte y Desarrollo Metropolitano. Asimismo se desempeña como Coordinadora de la Campaña de Jóvenes del Candidato Presidencial del PAN Felipe Calderón Hinojosa.
Exjefe de la sobrina de Calderón, Luege ha sido dirigente de grupos ultraderechistas como el Dhiac, y en cìrculos panistas, que aluden a la doble moral imperante en el blanquiazul, se les atribuye una relación sentimental.
La guerra sucia en el poder
La derecha basó su campaña electoral y su estrategia de defensa de su "triunfo" en la manipulación mediática, para satanizar al candidato presidencial del PRD y para validar la supuesta victoria, lo mismo que en al apoyo abierto de Fox a Calderón no sólo con declaraciones sino con grandes recursos públicos, en una larga lista de trampas que los votantes constataron y cuya realidad el oficialismo pretende negar y, lo que es igualmente grave, en el albazo que dio el IFE al proclamar vencedor de las elecciones al panista.
El resultado de todas esas maniobras ha sido un movimiento popular de millones de personas, muchas de ellas testigos del fraude. En contrapartida, la derecha en el poder encuentra sus aliados en la clase política, los empresarios y los medios televisivos, favorecidos por Fox en plena campaña con la llamada ley Televisa que otorgó amplios beneficios al poderoso consorcio a cambio de su apoyo al panista.
martes, julio 11, 2006
Periodista norteamericano anunció fraude unos días antes
Greg Palast periodista norteamericano de investigación advertía y señalaba días antes que las elecciones mexicanas tuvieran lugar que obscuras fuerzas antidemocráticas estaban preparando el fraude, tanto desde el interior de México como desde el exterior. Palast fue el primero en denunciar y descubrir el fraude de George W. Bush en el año 2000 en Florida.
Hay operativos de George W. Bush para manejar las elecciones inminentes. No me refiero a la votación norteamericana en Estados Unidos de noviembre de 2006. Hablo de la elección presidencial mexicana que tendrá lugar el domingo próximo 2 de julio [el autor escribió este artículo días antes que las elecciones mexicanas tuvieran lugar].
Todo comenzó con el documento del FBI titulado «Contraterrorismo», «Documentos de la inteligencia exterior» y «Secreto», fecha: «9/17/2001», seis días después del ataque a las torres del World Trade Center. Es bueno saber que los agentes federales dieron directamente a la bola, si bien un poco tarde.
Pero ¿qué tiene que ver esto con la manipulación del proceso electoral mexicano? Deténgase el lector en esta pregunta.
Este documento es considerado un prontuario para utilizar bases de datos sobre extranjeros peligrosos. Buena idea. Sabemos que los 19 aeropiratas llegaron de Arabia Saudita, Pakistán y de los emiratos del golfo Pérsico. Por tanto, usted pensará que la colección de Inteligencia (the «Intelligence Collection») estaría destinada a captar información sobre esas áreas del mundo
No es así. Cuando recibimos el documento, obtuvimos asimismo un apéndice que le acompañaba. Los países considerados como objetivos para efectos de la investigación antiterrorista para nada se hallaban cerca del golfo Pérsico. los sujetos mencionados se hallaban físicamente en América Latina: Argentina, Venezuela, México y varios más. Vea usted mismo uno de esos documentos.
¡América Latina! ¡Allí se encontraba una célula terrorista dispuesta a ingresar en Estado Unidos por San Diego! Todos los países en la mira tenían algo en común además de la ausencia de terroristas: cada uno tenía un candidato presidencial inclinado a la izquierda o tenían ya un presidente caracterizado por su concepción izquierdista.
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez, la peor pesadilla de la administración Bush, recibía un voto de reelección. En México en tanto, el gobernador de su capital federal Andrés Manuel López Obrador era (y es) cabeza en la justa por la presidencia de la república.
Especialmente provocador es la contraparte a la que este contrato fue otorgado: ChoicePoint Inc. de Alpharetta, Georgia. ChoicePoint es la compañía de bases de datos que se encargó de elaborar la lista, para el gobernador Jeb Bush de Florida, de votantes que habrían de ser borrados de las listas del padrón electoral antes de la elección del 2000.
La lista de ChoicePoint (94,000 nombres en total) no contenían a muchos radicales. La mayor parte de los integrantes no eran responsables de mayor delito que el de votar normalmente anulando el voto expresado. El resultado de este fichero costó a Al Gore la presidencia.
Habiendo elegido a nuestro presidente para nosotros, los hombres de nuestro presidente escogieron a ChoicePoint para llevar a cabo esta dulce guerra al terror con el almacenamiento de una base de datos. El uso, en Venezuela y México del padrón electoral para combatir al terror, no es una práctica visible, pero el uso de las listas para manipular el proceso electoral es tan evidente como el maquillaje que caracteriza a Katherine Harris.
En Venezuela, hacia la emisión del voto que se llevó a cabo en agosto de 2004 para elegir o no al presidente Chávez, vi a sus opositores copiando las listas electorales en laptops [computadores portables] invocando el derecho a registrarlos, exactamente de la manera como el equipo de Jeb había hecho en Florida. Esta operación fue parcialmente financiada por el Instituto Internacional Republicano de Washington brazo ejecutivo del GOP.
¿Dónde obtuvieron la información electoral?
En tal caso, el acceso al padrón electoral venezolano no sirvió de gran cosa pues Chávez ganó a costa del aplastamiento del pluralismo. Las expectativas para México es ver este domingo [el autor escribió este artículo antes de las votaciones mexicanas del 2 de julio] algo parecido: disminución de los partidarios de López Obrador en la justa, dicen las encuestas es demasiado cerrada. Esto no significa que los conductores de la política mexicana necesiten lecciones de la administración sobre cómo alterar los resultados electorales.
En 1988, el candidato presidencial (Cuauhtémoc Cárdenas) del partido de López Obrador, el PDR, a quien las encuestas mostraban como favorito y revelaban como seguro ganador, de súbito dejó de aparecer como posible ganador. Cierta cantidad de trucos electorales no han sido particularmente sutiles. En el estado de Guerrero, el PRD encabezaba las preferencias electorales por 359,369. De manera muy extraña la cuenta final oficial fue de 309,202 por el partido gobernante y sólo 182,874 por el PRD. Poner en duda el resultado electoral habría sido peligroso como lo demuestra que dos altos funcionarios del PRD fueron asesinados en plena campaña.
Crucial en la sorpresiva victoria del partido gobernante ha sido la introducción de máquinas electrónicas y la centralización de la base de datos.
El observador Andrew Reding, del Consejo de Asuntos Hemisféricos ha informado que operadores del partido gobernante tienen especial acceso a los códigos que son negados a los opositores.
Si las listas de la «guerra norteamericana contra el terrorismo» será utilizada el domingo 2 de julio, no podemos saberlo. Pero el uso de recursos del gobierno norteamericano para interferir los procesos electorales al sur de nuestras fronteras, es un hecho indiscutible. El GOP del Instituto Internacional Republicano ha llevado a cabo cursos destinados a la juventud del PAN financiado con fondos públicos a través de la Fundación Nacional por la Democracia (NED).
La interferencia extranjera, es decir, norteamericana en las campañas electorales extranjeras es un delito.
Circunstancia que no detiene al equipo de Bush . sin embargo, el robo de las fichas de ciudadanos cuando el ladrón ha sido sorprendido, por ejemplo, en Argentina el gobierno amenazó con detener a los contratistas de ChoicePoint hasta que la compañía devolviera los registros.
En México, el procurador general de justicia detuvo a ladrones de ChoicePoint para evitar la mirada demasiado escrutadora de su propio partido y de su patrón de Washington. Si George Bush obtuvo una copia, nadie lo ha dicho.
Un fraude general es previsible para el domingo 2 de julio [2006 en México] bajo formas sutiles y brutales a la vez. La manera como Estados Unidos elaboró las listas relacionadas con el contraterrorismo es algo que ignoramos. Pero estamos ciertos, sin embargo, de que la administración no elaboró estas listas de electores latinoamericanos para lanzar una guerra contra el terror.
Esto más bien parece ser obra de la administración de Bush y de la guerra hemisférica contra la democracia, a lo largo de una línea de batalla que va desde Florida hasta Ohio y Juárez.
Hay operativos de George W. Bush para manejar las elecciones inminentes. No me refiero a la votación norteamericana en Estados Unidos de noviembre de 2006. Hablo de la elección presidencial mexicana que tendrá lugar el domingo próximo 2 de julio [el autor escribió este artículo días antes que las elecciones mexicanas tuvieran lugar].
Todo comenzó con el documento del FBI titulado «Contraterrorismo», «Documentos de la inteligencia exterior» y «Secreto», fecha: «9/17/2001», seis días después del ataque a las torres del World Trade Center. Es bueno saber que los agentes federales dieron directamente a la bola, si bien un poco tarde.
Pero ¿qué tiene que ver esto con la manipulación del proceso electoral mexicano? Deténgase el lector en esta pregunta.
Este documento es considerado un prontuario para utilizar bases de datos sobre extranjeros peligrosos. Buena idea. Sabemos que los 19 aeropiratas llegaron de Arabia Saudita, Pakistán y de los emiratos del golfo Pérsico. Por tanto, usted pensará que la colección de Inteligencia (the «Intelligence Collection») estaría destinada a captar información sobre esas áreas del mundo
No es así. Cuando recibimos el documento, obtuvimos asimismo un apéndice que le acompañaba. Los países considerados como objetivos para efectos de la investigación antiterrorista para nada se hallaban cerca del golfo Pérsico. los sujetos mencionados se hallaban físicamente en América Latina: Argentina, Venezuela, México y varios más. Vea usted mismo uno de esos documentos.
¡América Latina! ¡Allí se encontraba una célula terrorista dispuesta a ingresar en Estado Unidos por San Diego! Todos los países en la mira tenían algo en común además de la ausencia de terroristas: cada uno tenía un candidato presidencial inclinado a la izquierda o tenían ya un presidente caracterizado por su concepción izquierdista.
En Venezuela, el presidente Hugo Chávez, la peor pesadilla de la administración Bush, recibía un voto de reelección. En México en tanto, el gobernador de su capital federal Andrés Manuel López Obrador era (y es) cabeza en la justa por la presidencia de la república.
Especialmente provocador es la contraparte a la que este contrato fue otorgado: ChoicePoint Inc. de Alpharetta, Georgia. ChoicePoint es la compañía de bases de datos que se encargó de elaborar la lista, para el gobernador Jeb Bush de Florida, de votantes que habrían de ser borrados de las listas del padrón electoral antes de la elección del 2000.
La lista de ChoicePoint (94,000 nombres en total) no contenían a muchos radicales. La mayor parte de los integrantes no eran responsables de mayor delito que el de votar normalmente anulando el voto expresado. El resultado de este fichero costó a Al Gore la presidencia.
Habiendo elegido a nuestro presidente para nosotros, los hombres de nuestro presidente escogieron a ChoicePoint para llevar a cabo esta dulce guerra al terror con el almacenamiento de una base de datos. El uso, en Venezuela y México del padrón electoral para combatir al terror, no es una práctica visible, pero el uso de las listas para manipular el proceso electoral es tan evidente como el maquillaje que caracteriza a Katherine Harris.
En Venezuela, hacia la emisión del voto que se llevó a cabo en agosto de 2004 para elegir o no al presidente Chávez, vi a sus opositores copiando las listas electorales en laptops [computadores portables] invocando el derecho a registrarlos, exactamente de la manera como el equipo de Jeb había hecho en Florida. Esta operación fue parcialmente financiada por el Instituto Internacional Republicano de Washington brazo ejecutivo del GOP.
¿Dónde obtuvieron la información electoral?
En tal caso, el acceso al padrón electoral venezolano no sirvió de gran cosa pues Chávez ganó a costa del aplastamiento del pluralismo. Las expectativas para México es ver este domingo [el autor escribió este artículo antes de las votaciones mexicanas del 2 de julio] algo parecido: disminución de los partidarios de López Obrador en la justa, dicen las encuestas es demasiado cerrada. Esto no significa que los conductores de la política mexicana necesiten lecciones de la administración sobre cómo alterar los resultados electorales.
En 1988, el candidato presidencial (Cuauhtémoc Cárdenas) del partido de López Obrador, el PDR, a quien las encuestas mostraban como favorito y revelaban como seguro ganador, de súbito dejó de aparecer como posible ganador. Cierta cantidad de trucos electorales no han sido particularmente sutiles. En el estado de Guerrero, el PRD encabezaba las preferencias electorales por 359,369. De manera muy extraña la cuenta final oficial fue de 309,202 por el partido gobernante y sólo 182,874 por el PRD. Poner en duda el resultado electoral habría sido peligroso como lo demuestra que dos altos funcionarios del PRD fueron asesinados en plena campaña.
Crucial en la sorpresiva victoria del partido gobernante ha sido la introducción de máquinas electrónicas y la centralización de la base de datos.
El observador Andrew Reding, del Consejo de Asuntos Hemisféricos ha informado que operadores del partido gobernante tienen especial acceso a los códigos que son negados a los opositores.
Si las listas de la «guerra norteamericana contra el terrorismo» será utilizada el domingo 2 de julio, no podemos saberlo. Pero el uso de recursos del gobierno norteamericano para interferir los procesos electorales al sur de nuestras fronteras, es un hecho indiscutible. El GOP del Instituto Internacional Republicano ha llevado a cabo cursos destinados a la juventud del PAN financiado con fondos públicos a través de la Fundación Nacional por la Democracia (NED).
La interferencia extranjera, es decir, norteamericana en las campañas electorales extranjeras es un delito.
Circunstancia que no detiene al equipo de Bush . sin embargo, el robo de las fichas de ciudadanos cuando el ladrón ha sido sorprendido, por ejemplo, en Argentina el gobierno amenazó con detener a los contratistas de ChoicePoint hasta que la compañía devolviera los registros.
En México, el procurador general de justicia detuvo a ladrones de ChoicePoint para evitar la mirada demasiado escrutadora de su propio partido y de su patrón de Washington. Si George Bush obtuvo una copia, nadie lo ha dicho.
Un fraude general es previsible para el domingo 2 de julio [2006 en México] bajo formas sutiles y brutales a la vez. La manera como Estados Unidos elaboró las listas relacionadas con el contraterrorismo es algo que ignoramos. Pero estamos ciertos, sin embargo, de que la administración no elaboró estas listas de electores latinoamericanos para lanzar una guerra contra el terror.
Esto más bien parece ser obra de la administración de Bush y de la guerra hemisférica contra la democracia, a lo largo de una línea de batalla que va desde Florida hasta Ohio y Juárez.
domingo, julio 09, 2006
Elba Esther o Ugalde
viernes, julio 07, 2006
DEJAD QUE VENGAN A MI
"Dejad que venga a mi la corrupción, el neorobaderismo, los fraudecibernéticos, el poder desmedido, los medios de comernicacion, Salinas, Fox (y martita e hijos), la cofradía de la mano caída, los closeteros, .... mexicanos yo si soy un mesías, yo soy el TÍTERE PERFECTO, el FeliPILLO que estabas esperando, solo seis años bastarán para salvarte.... Palabra de Corrupto, te alabamos señor Sanlinas"
1O CLAVES DEL FRAUDE
1. El proceso electoral de México está siendo el más sucio en la historia de América Latina, pues constituyó una operación masiva y coordinada del gobierno foxista, del grupo salinista y de los yunquistas del PAN durante varios años para subvertir la voluntad del pueblo e impedir la llegada a Palacio Nacional de López Obrador. Y por ello este fraude anunciado no debería sorprender, pues desde la tentativa de inhabilitar a AMLO en 2004, el régimen se propuso utilizar contra él todos los recursos fraudulentos conocidos e inició una guerra sucia, que tampoco encuentra precedentes y que es causal suficiente para anular el proceso.
2. La responsabilidad delictiva de Luis Carlos Ugalde, el individuo designado como presidente del IFE en reunión efectuada en 2002 en casa de Carlos Salinas a propuesta de Elba Esther Gordillo, comenzó al planear la manipulación del padrón junto con el cuñado incómodo de Calderón, Diego Hildebrando Zavala, continuó al no impedir el Consejo General del IFE la injerencia de Fox en el proceso y la utilización de recursos oficiales e ilícitos a favor del panista y al hacerse sus integrantes los desentendidos ante la guerra sucia en los medios, y culminó con el fraude material y cibernético del 2 de julio.
3. Las evidencias que están aportando los ciudadanos sobre el padrón alterado, las presiones en las casillas, los viejos y nuevos trucos para anular votos legítimos e inyectar votos inexistentes, y falsificar actas y resultados, aunadas a los hallazgos sobre el fraude cibernético, cobran mayor trascendencia cuando se constata que esta operación monstruosa de fraude, denunciada desde hace meses en los medios, sólo permitió a Calderón tener en las cifras maquilladas del IFE 239 mil votos más (35.88 por ciento) que López Obrador (35.31 por ciento), es decir un poco más de un voto por casilla.
4. El fraude cibernético del 2 de julio, que se evidenció cuando las encuestadoras fueron obligadas a callar a las 20 horas, el IFE no informó de su conteo rápido de las 23 horas y un día después publicó maquilladas las cifras del PREP, que debía dar a conocer conforme al artículo 89 fracción "l" del Cofipe, confirmaron que todo el aparato del IFE elbista-panista está inodado en este operativo delictivo.
5. El Consejo General del IFE concluyó su papel fraudulento el miércoles 5, fecha en la que se iniciaban los cómputos distritales, cuando usurpó funciones del Poder Judicial, al montar una nueva y fraudulenta operación mediática con un conteo ilegal fast track y difundiendo una dudosa sumatoria de casillas, actividades a las que no está autorizado por la ley, y todo ello para imponer la creencia de un supuesto triunfo de Calderón, lo cual no es su función, pues la Constitución es muy clara al respecto. En esta nueva jornada de fraude no sólo se negaron a los partidos las garantías establecidas en el artículo 247 del Cofipe de poder abrir paquetes y hacer nuevos escrutinios y cómputos, sino que se hizo la propaganda de datos no oficiales, cuando es a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y no al IFE, a la que compete, según el artículo 99 constitucional: a) realizar el cómputo final una vez resueltas las impugnaciones interpuestas, y b) formular la declaración de validez de la elección presidencial.
6. Los siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral se hallan ante la disyuntiva de avalar el fraude y la que es una tentativa de golpe de Estado del grupo foxista-salinista o de proceder conforme a derecho. En términos de sus atribuciones constitucionales pueden a) depurar la elección y, atendiendo a los recursos, abrir paquetes, hacer el conteo voto por voto, reponer sufragios ilegalmente anulados y nulificar casillas fraudulentas; o bien b) anular la elección, por el proceso electoral viciado por la injerencia delictiva de Fox y del gobierno, las presiones ilícitas de los medios a los votantes, y el fraude material y cibernético, como lo hicieron ya en elecciones locales como la de gobernador de Tabasco, anulada por decisión del 29 de diciembre de 2000, pues sería muy grave para la estabilidad del país que, contra la razón y el derecho, pretendieran por el contrario c) avalar el fraude de Fox y de Salinas contra los mexicanos.
7. El régimen salinista-foxista buscará en los próximos días, y a toda costa, imponer con una enorme operación propagandística en los medios a Calderón, el hombrecillo insignificante y dócil que fungiría por seis años como su instrumento (en lo que ha sido su Plan "A"). Pero no descartaría en el peor de los casos, según múltiples indicios, aceptar la anulación de los comicios si las cosas se le complican, ya que Calderón es prescindible para muchos (el Plan "B"), no por inepto, sino porque para miembros del grupo oligárquico en el poder el país no soportaría en 2006 otro presidente ilegítimo, sobre todo cuando se trata de un vulgar traficante de influencias y un delincuente electoral que no tendría ascendencia moral alguna para poder gobernar.
8. Las voces neofascistas de locutores de televisión y seudo académicos que se escuchan en los medios luego de las decisiones delictivas del IFE, y que pretenden que los mexicanos y el propio López Obrador deben aceptar como buena esa "mentira evidente" (para usar el término de César Luis Menotti) de los resultados fraudulentos, y doblegarse ante el dictado de Salinas y Fox, se olvidan en su vocinglería de papagayos que esos datos no son oficiales, pues el único cómputo final lo hace el tribunal y que, en cualquier caso, el pueblo tendrá siempre el derecho inalienable a la resistencia civil cuando como ahora se violan sus derechos de manera flagrante y cínica.
9. 2006 no es 1988, y hoy amplios sectores no están dispuestos a dejarse pisotear, a que se negocien sus votos y a que se les ordene desmovilizarse. Muchos mexicanos han aprendido la lección de cuatro sucesivas elecciones "de Estado", y no están dispuestos a que ésta lo sea una vez más, y que seis años más se les sigan confiscando sus derechos en nombre de los intereses espurios de unos cuantos. Y por ello están dispuestos a todo, como demostrarán el sábado 8 al acudir al Zócalo al llamado de López Obrador. De manera que el régimen debe atenerse a las consecuencias de esta provocación criminal que está haciendo contra el pueblo al violarle sus derechos fundamentales
10. El intento de fraude perpetrado por Fox y Salinas con el objetivo de hacer prevalecer los intereses de unos cuantos grupos oligárquicos vinculados a empresas extranjeras, está haciendo regresar el reloj de la historia a los momentos más turbios del pasado mexicano, pero ahora va a encontrar a sectores mayoritarios del pueblo que con vocación democrática moderna no se van a dejar, porque entienden que la decisión de 2006 es histórica: y que de aquello que acontezca en los próximos días dependerá el futuro de muchas generaciones y la supervivencia de México como nación soberana e independiente.
2. La responsabilidad delictiva de Luis Carlos Ugalde, el individuo designado como presidente del IFE en reunión efectuada en 2002 en casa de Carlos Salinas a propuesta de Elba Esther Gordillo, comenzó al planear la manipulación del padrón junto con el cuñado incómodo de Calderón, Diego Hildebrando Zavala, continuó al no impedir el Consejo General del IFE la injerencia de Fox en el proceso y la utilización de recursos oficiales e ilícitos a favor del panista y al hacerse sus integrantes los desentendidos ante la guerra sucia en los medios, y culminó con el fraude material y cibernético del 2 de julio.
3. Las evidencias que están aportando los ciudadanos sobre el padrón alterado, las presiones en las casillas, los viejos y nuevos trucos para anular votos legítimos e inyectar votos inexistentes, y falsificar actas y resultados, aunadas a los hallazgos sobre el fraude cibernético, cobran mayor trascendencia cuando se constata que esta operación monstruosa de fraude, denunciada desde hace meses en los medios, sólo permitió a Calderón tener en las cifras maquilladas del IFE 239 mil votos más (35.88 por ciento) que López Obrador (35.31 por ciento), es decir un poco más de un voto por casilla.
4. El fraude cibernético del 2 de julio, que se evidenció cuando las encuestadoras fueron obligadas a callar a las 20 horas, el IFE no informó de su conteo rápido de las 23 horas y un día después publicó maquilladas las cifras del PREP, que debía dar a conocer conforme al artículo 89 fracción "l" del Cofipe, confirmaron que todo el aparato del IFE elbista-panista está inodado en este operativo delictivo.
5. El Consejo General del IFE concluyó su papel fraudulento el miércoles 5, fecha en la que se iniciaban los cómputos distritales, cuando usurpó funciones del Poder Judicial, al montar una nueva y fraudulenta operación mediática con un conteo ilegal fast track y difundiendo una dudosa sumatoria de casillas, actividades a las que no está autorizado por la ley, y todo ello para imponer la creencia de un supuesto triunfo de Calderón, lo cual no es su función, pues la Constitución es muy clara al respecto. En esta nueva jornada de fraude no sólo se negaron a los partidos las garantías establecidas en el artículo 247 del Cofipe de poder abrir paquetes y hacer nuevos escrutinios y cómputos, sino que se hizo la propaganda de datos no oficiales, cuando es a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y no al IFE, a la que compete, según el artículo 99 constitucional: a) realizar el cómputo final una vez resueltas las impugnaciones interpuestas, y b) formular la declaración de validez de la elección presidencial.
6. Los siete magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral se hallan ante la disyuntiva de avalar el fraude y la que es una tentativa de golpe de Estado del grupo foxista-salinista o de proceder conforme a derecho. En términos de sus atribuciones constitucionales pueden a) depurar la elección y, atendiendo a los recursos, abrir paquetes, hacer el conteo voto por voto, reponer sufragios ilegalmente anulados y nulificar casillas fraudulentas; o bien b) anular la elección, por el proceso electoral viciado por la injerencia delictiva de Fox y del gobierno, las presiones ilícitas de los medios a los votantes, y el fraude material y cibernético, como lo hicieron ya en elecciones locales como la de gobernador de Tabasco, anulada por decisión del 29 de diciembre de 2000, pues sería muy grave para la estabilidad del país que, contra la razón y el derecho, pretendieran por el contrario c) avalar el fraude de Fox y de Salinas contra los mexicanos.
7. El régimen salinista-foxista buscará en los próximos días, y a toda costa, imponer con una enorme operación propagandística en los medios a Calderón, el hombrecillo insignificante y dócil que fungiría por seis años como su instrumento (en lo que ha sido su Plan "A"). Pero no descartaría en el peor de los casos, según múltiples indicios, aceptar la anulación de los comicios si las cosas se le complican, ya que Calderón es prescindible para muchos (el Plan "B"), no por inepto, sino porque para miembros del grupo oligárquico en el poder el país no soportaría en 2006 otro presidente ilegítimo, sobre todo cuando se trata de un vulgar traficante de influencias y un delincuente electoral que no tendría ascendencia moral alguna para poder gobernar.
8. Las voces neofascistas de locutores de televisión y seudo académicos que se escuchan en los medios luego de las decisiones delictivas del IFE, y que pretenden que los mexicanos y el propio López Obrador deben aceptar como buena esa "mentira evidente" (para usar el término de César Luis Menotti) de los resultados fraudulentos, y doblegarse ante el dictado de Salinas y Fox, se olvidan en su vocinglería de papagayos que esos datos no son oficiales, pues el único cómputo final lo hace el tribunal y que, en cualquier caso, el pueblo tendrá siempre el derecho inalienable a la resistencia civil cuando como ahora se violan sus derechos de manera flagrante y cínica.
9. 2006 no es 1988, y hoy amplios sectores no están dispuestos a dejarse pisotear, a que se negocien sus votos y a que se les ordene desmovilizarse. Muchos mexicanos han aprendido la lección de cuatro sucesivas elecciones "de Estado", y no están dispuestos a que ésta lo sea una vez más, y que seis años más se les sigan confiscando sus derechos en nombre de los intereses espurios de unos cuantos. Y por ello están dispuestos a todo, como demostrarán el sábado 8 al acudir al Zócalo al llamado de López Obrador. De manera que el régimen debe atenerse a las consecuencias de esta provocación criminal que está haciendo contra el pueblo al violarle sus derechos fundamentales
10. El intento de fraude perpetrado por Fox y Salinas con el objetivo de hacer prevalecer los intereses de unos cuantos grupos oligárquicos vinculados a empresas extranjeras, está haciendo regresar el reloj de la historia a los momentos más turbios del pasado mexicano, pero ahora va a encontrar a sectores mayoritarios del pueblo que con vocación democrática moderna no se van a dejar, porque entienden que la decisión de 2006 es histórica: y que de aquello que acontezca en los próximos días dependerá el futuro de muchas generaciones y la supervivencia de México como nación soberana e independiente.
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ESTE BLOG ES DE FONDO NEGRO POR UNA RAZON:
PORUQE MI PAIS ESTA DE LUTO PORQUE UNA VEZ MÁS PARECE QUE LA CORRUCPIÓN GANA.
GANA PORQUE EL PODER EJECIÓ UNA VEZ MAS SUS MALEFICOS PLANES. GANA PORQUE LOGRO MANIPULAR A LA OPINION PUBLICA Y MEDIOS DE COMUNICACION.
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