Jueves 07 de septiembre de 2006 Aunque Felipe Calderón fue nombrado presidente electo, una parte significativa de la población de México cree que hubo fraude en las elecciones y muchos votantes piensan que Andrés Manuel López Obrador perdió no por sus propios errores, sino porque todo el aparato del Estado estuvo en su contra, señala un reportaje de The New York Times.
Firmado por James C. McKinley Jr., el reportaje señala que parte de la razón es la historia electoral del país, pero establece que no hay duda de que el presidente Fox usó su posición y sus giras oficiales para hacer una vigorosa campaña en contra de López Obrador, y menciona que la decisión de los magistrados de no considerar los errores artiméticos en las actas como evidencia de fraude ha alimentado las sospechas de que no se puede confiar en el Tribunal Electoral.
El diario explica que en México se tiene un concepto de fraude más amplio que en Estados Unidos, que va más allá de rellenar las urnas, y que, bajo esa luz, las denuncias de fraude son más plausibles. Menciona las acusaciones de simpatizantes de AMLO sobre la "intervención" de Fox, la "elección de Estado" e "imposición" del candidato conservador.
El periódico señala que este uso del cargo público podría parecer inofensivo en Estados Unidos, pero en México es contrario a la ley, una ley enraizada en la historia del país, gobernado durante siete décadas por un solo partido, explica.
También señala que una campaña empresarial contra un candidato sería común en EU, pero en México es ilegal y es "plausiblemente considerada como parte de un fraude".
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